99,9% de lo que ves no existe: ‘No somos nada’

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Atomos
Los átomos son pequeñas partículas que forman ‘todo’ lo que existe en nuestro Universo. Cualquier persona o animal es simplemente una gran cantidad de átomos; lo mismo podemos decir de una piedra o de una estrella. Todo lo que conseguimos ver en el Universo está compuesto de átomos y esos pequeños elementos son más bizarros de lo que parecen.

El átomo es algo que podemos comparar con el Sistema Solar. En el centro de nuestro sistema tenemos el gran Sol, en el átomo, nosotros tenemos el núcleo que posee carga positiva. Conforme nos alejamos del centro, nosotros encontramos planetas orbitando el Sol y en el átomo ocurre lo mismo, solo que en lugar de planetas, nosotros tenemos los electrones, que son partículas negativas.

De manera similar a lo que ocurre en el Sistema Solar, los electrones también están orbitando alrededor del núcleo del átomo. El núcleo tiene alrededor de 99,94% de toda la masa, es decir, los electrones forman la menor parte de la masa de los átomos.

Literalmente, la palabra átomo significa ‘partícula que no puede ser dividida’ pero actualmente sabemos muy bien que además de los componentes como electrones, protones y neutrones, los átomos se componen de decenas de partículas subatómicas, que están siendo estudiadas actualmente en el Gran Colisionador de Hadrones, GCH (en inglés Large Hadron Collider, LHC).

A pesar del simple hecho de que estamos formados por estos diminutos elementos, millones de veces más pequeño que un milímetro y que los mismos son muy extraños, lo más bizarro de todo es que un átomo ‘prácticamente no existe’.

No somos nada

El 99.999999999999% de todo lo que compone un átomo es espacio vacío. Eso mismo, entre las partículas que forman los átomos existe mucho espacio y todo lo que resta es una cantidad mínima de materia. Es decir, todo lo que vemos y pensamos que tocamos no es más que espacio vacío.

La única razón por la que no llegamos a través de los átomos que forman objetos es que los átomos reflejan fotones, es decir, la luz que golpea en los átomos acaba siendo reflejada y nuestros ojos acaban viendo la materia. Si no fuese por eso, tú, el aparato que estás usando para leer este artículo y el resto del Universo serían invisibles.

Para hacer las cosas aún más extrañas, está el hecho de que nosotros nunca tocamos en nada, pues los átomos no se tocan, ellos se repelen. Todos saben cómo dos imanes se repelen cuando dos polos iguales intentan ser aproximados. .Exactamente lo mismo sucede con los átomos, ellos no se tocan debido a la fuerza magnética. Es decir, cuando cogemos algo con la mano, los átomos no están tocando los átomos de lo que estamos sosteniendo, siempre hay un pequeño espacio – minúsculo – entre los átomos.

Gracias a esta fuerza que repele los átomos es que nuestra no pasa por dentro de una pared o cualquier objeto, pues como los átomos son básicamente espacio vacío, si no hubiese esa fuerza repeliéndose todo lo que es hecho de átomo podría pasar por dentro de cualquier cosa.

 

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