La biosfera es la parte donde se desarrolla la vida, responsable de dar las condiciones de propagación a los seres vivos (animales y plantas), con una temperatura idónea para el desarrollo de la vida con una media de 15ºC. La biosfera abarca tanto a los ecosistemas grandes como los pequeños.
En planetas como Venus y Mercurio, la temperatura es de 100ºC y 40ºC respectivamente haciendo poco probable la capacidad de vida en estos lugares. Los elementos que constituyen la propagación de la vida son la temperatura, el agua y el oxígeno, esencial para cualquier ser vivo.
La biosfera está compuesta o formada por la hidrosfera (parte líquida presente en la tierra, los mares, los ríos, los lagos, etc.), la atmósfera (conjunto de gases que rodean la Tierra responsables de la consolidación de climas y fenómenos como la lluvia, viento o nieve) y la litosfera (superficie de la Tierra donde habitan los diferentes tipos de seres vivos y las relaciones humanas).
Un ecosistema es un conjunto de relaciones entre seres vivos y los elementos físicos de la naturaleza tales como suelo, agua, energía eólica y solar, relaciones que se producen en cualquier dimensión.
La variedad de ambientes se producen como consecuencia de las diferencias en el clima, la topografía y la cantidad de energía solar, y todos tienen una relación de interdependencia de los elementos. Esta interconexión plantea que en el caso de que un ecosistema sufra cambios, las consecuencias podrán verse afectadas en otros ecosistemas.
