René Descartes (1596-1650) fue un filósofo, físico y matemático francés. Autor de la frase ‘Pienso luego existo’ (en latín: Cogito ergo sum). Es considerado el creador del pensamiento cartesiano, sistema filosófico que dio origen a la filosofía moderna. Su preocupación era en torno al orden y la claridad. Propuso hacer una filosofía que nunca creyera en lo falso, se basó únicamente en el hecho. Una nueva visión de la naturaleza anulaba el significado moral y religioso de los fenómenos naturales. Determinaba que la ciencia debía ser práctica y no especulativa.
La obra de Descartes ‘Discurso del método’, es un tratado matemático y filosófico, publicado en Francia en 1637 y traducido al latín en 1656. En cada obra prevalece la autoridad de la razón.
René Descartes nació el 31 de marzo en La Haye, la antigua provincia de Touraine, actual Descartes, en Francia. Hijo de Joachim Descartes, abogado y juez, propietario de tierras, con el título de escudero, primer grado de la nobleza. Era también consejero en el Parlamento de Rennes, en la vecina ciudad de Bretaña.
René Descartes estudió en el colegio Royal Henry – Le Grand, que era establecido en el castillo De La Flèche, donado a los jesuitas por el rey Enrique IV. En la época, el colegio más prestigiado de Francia, con el objetivo de entrenar a las mejores mentes. Descartes estudió entre 1607 y 1615.
Se graduó en derecho por la Universidad de Poitiers. Dos años más tarde, se incorporó al ejército del príncipe Maurice de Nassau, en Holanda, donde establece contacto con los recientes descubrimientos de las matemáticas. A los 22 años de edad comienza a formular su ‘geometría analítica’ y su ‘método de pensar correctamente’. Rompe con la filosofía aristotélica adoptada en las academias y en 1619, propone una ciencia unitaria y universal, sentando las bases del método científico moderno.
Su obra principal fue el ‘Discurso del método’ (1637), en que presenta su método de razonamiento, ‘pienso luego existo’, la base de toda su filosofía y el futuro racionalismo científica. En esta obra expone las cuatro reglas para llegar al conocimiento: 1) nada es verdadero hasta ser reconocido como tal; 2) los problemas deben ser analizados y resueltos sistemáticamente; 3) las consideraciones deben partir de lo más simple a lo más complejo; 4) el proceso debe ser revisto del comienzo al fin para que nada importante sea omitido.
En 1649, trabaja como instructor de la Reina Cristina de Suecia. Con una salud frágil, muere de neumonía el 11 de febrero de 1650.