La velocidad, nivel y estrategia con la que Alejandro Magno (356-323 a.C.) esculpió su imperio es una leyenda. Él era el mejor comandante militar del mundo antiguo y contaba con una fuerza incansable de expansión. Su mayor éxito fue ganar Persia, el mayor rival de Grecia. El imperio de Alejandro no sólo se extiende en el mundo griego, sino también en Egipto (donde fundó la ciudad de Alejandría) y en Pakistán.
Alejandro Magno conquistó no sólo con la fuerza, sino también haciendo uso de su inteligencia. En lugar de destruir los países conquistados, gobernó con tolerancia, justicia y trató de conciliar los intereses de los habitantes con sus formas de gobierno y regimiento militar. Se trataba de una política de fusión, respetuosa con los territorios conquistados. Dadas las tiranías que sufrían muchos territorios, Alejandro fue visto como un salvador.
Pero él era un hombre con defectos. «Alejandro El Grande» bebía mucho, abusó de su salud a medida de las batallas incesantes, y no dejó herederos. Exhausto, Alejandro murió de fiebre, joven, con solo 32 años. Sin él, su imperio no tardó en derrumbarse.
Alejandro era un importante rey de Macedonia, que vivió en el siglo 4 a.C. En sólo 33 años de vida, formó un inmenso imperio, que se extendía desde el sureste de Europa hasta la India. Por lo tanto, se considera el mayor jefe militar de la antigüedad. Con sólo 18 años, Alejandro comenzó sus victorias fulminantes, la mayoría de ellos sobre el gran imperio persa.
Cuando asumió el trono de Macedonia en el 336 a.C., Alejandro trató de mantener y ampliar un poderoso ejército que dejó su padre, el rey Filipo II. No tardó en ir tras la riqueza de otros pueblos, especialmente de los persas, a partir de una exitosa campaña militar en la que contó con el apoyo de algunas ciudades-estado de Grecia.
Después de haber sido educado por el filósofo griego Aristóteles, de los 13 a 16 años, Alejandro tenía una gran admiración por la cultura helénica. La unión de todo el Mediterráneo oriental bajo su mando llevó a la creación de una cultura única en la que se mezclaron con rasgos griegos con rasgos regionales. También favoreció el contacto y los intercambios entre los pueblos y la difusión del conocimiento. Un buen ejemplo de esta difusión fue el uso de monedas acuñadas por los griegos por primera vez en el siglo VII a.C. que se hizo una práctica común después de la llegada de Alejandro Magno.
Además de lo señalado, fundó más de 70 ciudades nuevas, y gracias a sus expediciones militares y su propio interés en la investigación científica, el mundo antiguo tuvo varios avances en áreas tales como la geografía y la historia natural.