Bestia es una palabra que se usa muy popularmente para referirse a una persona considerada carente de inteligencia o astucia, o alguien que tiene un comportamiento incivilizado, no apropiado. Sin embargo, hay varias acepciones que encajan en la definición de bestia.
Existe una definición dentro de las normas culturales de la lengua española, así como en el lenguaje de uso popular. En la norma culta podemos citar: animal de cuatro patas y gran porte, que sirve para transportar cargas, como por ejemplo, el burro. Su significado etimológico, sin embargo, es ‘fiera’ o ‘animal’ y es originario del término latín bestia.
En el lenguaje popular, bestia sirve para designar peyorativamente a las personas que son consideradas ‘tontas’, ‘bobas’ o ‘torpes’, o incluso, sujetos ignorantes y pedantes. En el ámbito religioso, bestia es usado como alusión a la figura del diablo y se convirtió en uno de sus muchos nombres.
Fiera es el nombre dado a un animal salvaje, feroz, difícil de controlar y generalmente carnívoro. En el sentido figurado, se usa el término para referirse a una persona cruel, mala, o que tiene ira con facilidad. Por ejemplo: ‘Él se va a convertir en una fiera cuando sepa lo que ha pasado’.
Qué es bestia
En la gramática de la lengua española, la palabra bestia es clasificada como adjetivo de dos géneros y sustantivo de dos géneros, en el plural, bestias, y tiene como sinónimos las palabras (1) animal, fiera, alimaña, cuadrúpedo, caballería, acémila; (2) bárbaro, bestial, bruto, cafre, patán, ignorante, zafio, inculto, ingenuo, estúpido.
En la Edad Media fue una de las armas más utilizadas en las batallas. Muy parecida con un arma de fuego de la espingarda y con un arco de flechas, poseía un caño corto y duro, y era accionada por un gatillo. La bestia era tan dura, que el arquero necesitaba apoyar uno de los pies en un aro de metal existente en uno de sus laterales, y empujaba la cuerda con un gancho. Este proceso la hacía más lenta que el arco largo que también era utilizado en la época y que además de ser más ágil, tenía un mayor alcance. Todavía hoy es fabricada y algunos cazadores optan por utilizarla en la caza, así como fuerzas especiales de algunos países.
Marcas de la bestia
En el contexto religioso, el nombre de la bestia se atribuye no sólo a la figura del diablo, sino también a toda maldad y desorden atribuidos a él.
Significado de la palabra diablo
Término ampliamente utilizado en la Biblia, especialmente el libro de Apocalipsis. Es originario del latín, más precisamente la palabra ‘diabulous, y significa ‘acusador’, ‘calumniador’. La Biblia relata que Lucifer, el diablo, fue el líder de una rebelión cuyo objetivo principal era destronar a Dios. Cuando fue descubierto, el diablo acabó expulsado del cielo junto con otros que lo apoyaron, y hoy vive intentando tentar al ser humano para que tengan actitudes equivocadas.
El último libro de la Biblia, el Apocalipsis de San Juan, describe a la bestia en el capítulo 12, versículo 9, como un dragón de siete cabezas, e informa que este dragón en un momento dado habrá de marcar miles de personas sin distinción alguna con su nombre en la mano derecha o en la frente. Las personas que tienen esta marca en sus cuerpos sufren terribles enfermedades como úlceras, y otras dolencias que causan intensos dolores.
Los hechos descritos en el libro de Apocalipsis de San Juan son objeto de estudio y controversia entre grandes historiadores. Muchos de ellos dicen, que esas historias no son más que metáforas y relatos de acontecimientos de la época de la creación de la obra, y que las siete cabezas que son descritas como cabezas de dragón representan las siete colinas de Roma, que en la época vivía sobre un régimen autoritario y opresivo.
Números de la bestia
Una de las marcas de la bestia, entre algunas que se describen en el Apocalipsis de San Juan es el número 666.
Este número, según algunos historiadores que representan el nombre de Nerón, el emperador de Roma en los valores numéricos de la lengua hebrea, a quien todavía según ellos, Juan hacía alusión al usar el término bestia.
Hoy en día, este número es símbolo de mala suerte para los supersticiosos. Para otros, 666 es una forma de invocar o venerar al diablo.