Las aves representan los organismos vertebrados encontrados en prácticamente todas las regiones del planeta. Su tamaño puede variar de 6 centímetros de largo y 2 gramos de peso, como es observado en algunas especies de colibríes, incluso alcanzar más de 2 metros de altura y 160 kilogramos, como sucede con los avestruces.
Reúne a una clase muy grande, con más de 8 mil especies identificadas y catalogadas, cuyas características más llamativas son relacionadas con el vuelo.
Además de la conformación del cuerpo aerodinámico, la mayoría de las aves es recubierta por plumas, una estructura extremadamente útil como forma de locomoción debido a la composición queratinizada y formato con arquitectura imbricada. Además, su plumaje sirve para construir un eficiente aislante, manteniendo constante la temperatura corporal del animal.
Así como ocurre con los mamíferos, las aves son animales homeotérmicos (de sangre caliente), conservando la temperatura de su sistema orgánico independiente de las condiciones ambientales.
Este grupo surgió de un antepasado de dinosaurios bípedos, cuando dominaba la era de los reptiles. En el registro de fósiles, el ave más antigua conocida, Archaeopteryx litographica, se asemejaba más a un dinosaurio que a una de las aves actuales.