El primer año del siglo XXI fue marcado por uno de los más violentos ataques terroristas en la historia de la humanidad. Osama Bin Laden, a través de su grupo terrorista Al-Qaida, matando a miles de estadounidenses el 11 de septiembre de 2001, cuando aviones controlados por terroristas alcanzaron las torres gemelas del World Trade Center y parte del edificio del Pentágono, sede del departamento de defensa de los Estados Unidos.
La raíz de ese ataque terrorista debe ser analizada por la política exterior de Estados Unidos con respecto a países del Medio Oriente. El gobierno de Estados Unidos, para tener la economía más grande del mundo en el siglo XX, emprendió una estrategia de intervención en los asuntos políticos de los países económicamente vulnerables. Una de estas estrategias fue apoyo a regímenes dictatoriales en varios países, como en los casos de Egipto y Libia.
La financiación de los regímenes dictatoriales en algunos países árabes fue motivada por razones económicas. Estados Unidos trató de consolidar su influencia política al proporcionar apoyo militar a dirigentes políticos locales. Algunos expertos aseguran que el interés del gobierno de Estados Unidos era el control de regiones con reservas de petróleo, ya que son los mayores consumidores de ese producto.
La intervención política del Tío Sam no fue vista con buenos ojos por los grupos que hacían la oposición a los líderes locales en varios países árabes que recibían apoyo económico norteamericano. Para los fundamentalistas islámicos (radicales religiosos), el interés de los Estados Unidos en financiar los regímenes dictatoriales en el Medio Oriente era de masacrar a la población islámica en su propio territorio.
En represalia por la política de intervención en los países exteriores de Oriente, los Estados Unidos se convirtieron en el principal blanco de los grupos terroristas. Osama Bin Laden, un hombre rico y poderoso de Arabia Saudita, fue uno de los principales enemigos de los norteamericanos y durante años manejó las acciones del grupo terrorista Al Qaeda. Este grupo fue el autor de varios atentados en el mundo con el fin de prevenir el crecimiento de las religiones no islámicas.
El más conocido de los ataques llevados a cabo por este grupo terrorista era el 11 de septiembre. Ese día, cuatro aviones fueron tomados por miembros de Al Qaeda que estaban a bordo. Dos de esos aviones que se dirigieron a la ciudad de Nueva York tomaron rumbo hacia los edificios del World Trade Center. El choque fue inevitables y 3.000 mil personas murieron a partir de la colisión del avión.
Los otros dos aviones tenían objetivos diferentes, uno de los cuales era el edificio del Pentágono, pero los terroristas alcanzaron solamente las partes del edificio. El otro avión – según dijeron los expertos – se había dirigido a la Casa Blanca, sede gubernamental de los Estados Unidos.
El intento del día 11 de septiembre conmocionó a la humanidad debido al uso de la violencia extrema. Las consecuencias de ese fatídico día fueron la guerra en Afganistán en 2001 y el encarcelamiento del dictador Saddam Hussein en el 2003, llevado a cabo por la administración Bush en respuesta a los ataques. Además, el terrorista más buscado del mundo, Osama Bin Laden, fue capturado por las tropas militares de Estados Unidos y asesinado en 2011.