Artemisa (Ártemis), diosa griega, o Diana, como era conocida entre los romanos, era la divinidad responsable de las actividades de caza; se representa como una mujer salvaje, constantemente seguida de cerca por fieras salvajes, especialmente por perros o leones. Ella trae siempre consigo, en el abrigo de sus manos, un arco dorado, en los hombros una funda de flechas, y puede ser vista llevando una túnica de tamaño corto.
Dicen que cuando era una niño, Zeus le preguntó sobre su mayor deseo para su cumpleaños, y ella le pidió, sin vacilación, que pudiera moverse libremente por el bosque junto a los animales salvajes, dispensada para siempre de la obligación de casarse. El padre inmediatamente cumplió su sueño.
Esta famosa diosa de los griegos fue concebida por Zeus y Leto y era la hermana gemela de Apolo – así como simboliza la luz del sol, ella representaba a la esfera lunar. Esta poderosa figura se encuentra, sea cual sea el mito, corriendo por los bosques y selvas, libre como un pájaro, ensayando sus coreografías y cantando al lado de las ninfas que le son muy próximas.
En las fiestas de la luna siempre eran ejecutadas danzas de extrema sensualidad y había constantemente la presencia de un ramo considerado sagrado. Ártemis es considerada tanto una prostituta sagrada como una virgen responsable por los partos, pues los mitos retratan igualmente cómo el bebe nació primero y ayudó a la madre a dar a luz a su hermano Apolo.
Aunque parezca contradictorio esta personalidad ambigua de Artemisa, en realidad está asociada a la doble faceta de lo femenino, que protege y destruye, concibe y mata. Esta imagen de la diosa es difundida especialmente en Asia Menor. No se sabe exactamente dónde y cuándo surgió su culto, pues los autores que estudian el mito divergen en cuanto a ese punto.
Algunos investigadores creen que su nacimiento se remonta a las tribus de Anatolia, eximios cazadores, considerada cuna de las famosas Amazonas. Otros creen que descienden de la deidad Cibeles, protectora de la naturaleza, adorada en Asia Menor, también representada como una Reina de las Bestias, rodeada de leones, venados, aves y otros especímenes de vida silvestre.
Hay estudios que sitúan a Ártemis al lado de otras potencias lunares, como Hécate, también asociada con las esferas infernales, y Selene; las tres componían una especie de trinidad de la Luna. Los italianos la conocen como Diviana, expresión que puede ser traducida como diosa, y puede ser fácilmente vinculada con el nombre de Diana.
En Italia se celebraba su fiesta el 13 de agosto, cuando los perros tenían su momento de gloria y los animales salvajes eran dejados a su voluntad. Este evento fue consagrado por la Iglesia Católica como un servicio que marca la Asunción de Nuestra Señora, transferido al 15 de agosto.
Esta diosa de la fertilidad de los animales tenía varios discípulos, que fueron llamados osas. Sus discípulas reconocieron su naturaleza autoritaria y represiva. Los animales salvajes que están siempre al lado de ella representan, por otro lado, los impulsos que necesitan ser dominados. Sin duda ella es el símbolo mayo de lo femenino, de su libertad y autonomía.