Desde el año 313 d.C, la expansión del cristianismo por el Imperio Romano estableció una nueva etapa en el desarrollo de expresiones artísticas relacionadas con esta nueva creencia. De acuerdo con los fundamentos del Edicto de Milán, un documento oficial otorgado por el emperador Constantino, el cristianismo comenzó a ser una religión reconocida por el Estado romano. Después de esta determinación, las iglesias cristianas han proliferado y se abrió un nuevo campo de expresión para el arte cristiano.
Las primeras iglesias cristianas se vieron afectadas en gran medida por la tradición arquitectónica de los edificios públicos romanos. Una de las principales manifestaciones de esta influencia se ve en el uso de la palabra “basílica”. Antes de este evento, el nombre fue utilizado solamente para los edificios que se veían después de la administración del imperio.Como un verdadero tributo a la confesión cristiana, estas primeras iglesias fueron construidas con un diseño arquitectónico muy elaborado. Los recursos financieros fueron altos, porque tenía una gran preocupación por la solidez de la construcción. Internamente, las basílicas cristianas estaban dotadas de un alto techo segmentadas en tres grandes bóvedas ojivales con el apoyo de pequeñas cabezas nucleares que, a su vez, tenían su apoyo en varias columnas.
En algunas situaciones, debido a la falta de conocimientos del arquitecto o la contención de costos simples, algunas iglesias se basaron en un diseño menos elaborado. Sin embargo, vemos que una parte considerable de estas iglesias valoraban el concepto de espacios abiertos que podrían caber en la congregación de muchos seguidores del cristianismo. Además, las paredes eran ricas en pinturas que hacían referencia a pasajes bíblicos.
Las pinturas que aparecen en este momento indican el estado de hibridación cultural vivido en el mundo romano. Muchas de las imagenes representadas dentro de estas iglesias, que tenían sentido para la religión cristiana, también podría estimular los sentidos de los seguidores de otras religiones paganas. Por ejemplo, la representación de la vid en los arabescos de las basílicas podría tener su origen en los ritos dionisíacos, ahora en el contexto cristiano, lo que se refiere al ritual sagrado de la eucaristía.
Además de esta fusión, nos damos cuenta de que la liberación del culto fue llevada a la inauguración de una serie de nuevos elementos que componían la iconografía cristiana. Como un ejemplo, presente un cuadro interesante en la Iglesia de Santa Constanza. En esta construcción, se puede apreciar la imagen de Cristo en un lugar paradisíaco con la entrega de las leyes en las manos de los apóstoles Pedro y Pablo.
También durante el siglo IV hay que destacar las medidas adoptadas por el emperador Teodosio. A través de los poderes otorgados a él, este gobernante romano en el año 391 había elevado el estatus del cristianismo a religión oficial de todo el Imperio Romano. Por lo tanto, podemos entender las razones por la pintura y la arquitectura cristiana desarrollada de forma intensa durante este periodo.
