De tal palo, tal astilla, o, quien sale a los suyos no degenera, son algunos proverbios que apuntan para la importancia de los padres como modelos para los hijos. Considerando el aprendizaje, si los padres revelan gusto por aprender y lo demuestran, tanto en lo que dicen como en sus actitudes y en lo que hacen con los hijos probablemente estos irán igualmente a gustar de aprender e intentarán hacerlo en las más diversas situaciones y contextos, de los cuales la escuela será apenas un ejemplo.
Surge la necesidad de resolver problemas en cada momento de la vida. Consistiendo la resolución de problemas en un proceso de aplicación de conocimientos adquiridos previamente, a situaciones nuevas y no familiares, ella requeire determinadas competencias, entre las cuales: identificación de pormenores importantes, flexibilidad de pensamiento, perseverancia, evalua la razonabilidad de la respuesta.
Para ayudar a los niños a desarrollar habilidades para resolver problemas y gusto, los padres pueden proponer la resolución conjunta a los problemas cotidianos o situaciones lúdicas. Aquí están algunos aspectos importantes a considerar en estas actividades:
- 1) Enfatizar la importancia de la resolución de problemas y el placer y la autogratificación que da.
- 2) Aprovecha la curiosidad natural de los niños, hacer preguntas o responder a sus preguntas.
- 3) Ayuda al niño a tomar conciencia de cómo piensa cuando resuelve un problema.
- 4) Ayudar al niño a través de la formulación de preguntas y actividades conjuntamente, para desarrollar estrategias de pensamiento eficaces para resolver problemas.
- 5) Resolver problemas variados, en conjunción con el niño sobre una base regular.
6) Cuando los niños ven lo que hacen los padres para resolver un problema específico, están aprendiendo estrategias que luego tienden a aplicar también. Cuando observan el placer que ellos pusieron en la actividad, aprenden y experimentan el mismo placer y sienten el deseo de intentar resolver nuevos problemas. Las preguntas que los padres a los niños durante la resolución de un problema común o situación de juego puede contribuir a orientar sus acciones y crear conciencia de lo que piensan, qué estrategias usan, la manera de superar los obstáculos que se presentan, los procesos que usan para evaluar la razonabilidad de los resultados encontrados.
El grado de dificultad de los problemas y conocimientos que se requieren dependen de la edad y nivel educativo del niño. Veamos algunos ejemplos de actividades simples:
- 1. La familia va al cine, pero necesito estar en casa a una hora determinada: ¿Qué sesión debería elegirse? ¿A qué hora se tiene que salir de casa? (Es necesario contar con el tiempo de viaje y tiempo de espera para adquirir las entradas de cine).
- 2. Se aproxima la fiesta de cumpleaños del niño. Dadas las características de la casa y la organización familiar, el número máximo de niños para invitar a serán 10. ¿Qué criterios utilizar para seleccionar a los invitados? Las invitaciones se realizará en conjunto. En cada hoja A4 encajarán 4 invitaciones. ¿Cuántas hojas exactas se necesitarán?
Cuando los padres y los niños participan en resolución de problemas o en la realización de actividades lúdicas, el término problema se despide de su connotación negativa de dificultad casi insuperable para adquirir una connotación positiva de desafío. La perseverancia necesaria para superar las dificultades es alimentada por el placer del recorrido y por la anticipación del éxito.