Sabemos que la termodinámica, también llamada de termología, tiene varias aplicaciones profesionales. Con eso ella consigue describir tanto situaciones simples como situaciones complejas, haciendo uso de una pequeña cantidad de variables. Las variables que la termodinámica utiliza para describir diferentes situaciones son temperatura, presión, volumen y número de moles. A continuación citaremos algunas de las aplicaciones de la termodinámica.
Ciencia de los materiales
Una de las aplicaciones de la termodinámica está ligada a la ciencia de los materiales, que estudia formas de obtener nuevos tipos de materiales que posean propiedades químicas y físicas bien definidas. La termodinámica, podemos decirlo así, es una de las bases de la ingeniería de materiales, porque los procesos de fabricación de nuevos materiales implican bastante la transferencia de calor y trabajo para las materias primas.
Por ejemplo, una pieza de cerámica requiere pasar por un proceso de cocción con temperaturas muy altas, que llegan a superar los 1.000 °C. Sus propiedades físicas finales dependen de la hora y la temperatura a la que fue sometida.
Para cada situación práctica siempre hay una clase de material más apropiado: el uso de aleaciones de aluminio con titanio permitió la construcción de aviones más grandes, más ligeros y resistentes; los automóviles modernos usan, en gran parte, materiales plásticos y aleaciones especiales; los médicos y cirujanos hacen uso de bisturís con láminas especial muy afilada y bastante resistente.
En las industrias
Los procesos industriales transforman materias primas en productos acabados utilizando maquinaria y energía. En la industria láctea, la transferencia de calor se utiliza en la pasteurización y en la fabricación de quesos y mantequilla. En la industria siderúrgica, las altas temperaturas de los hornos causan la fusión de diversas sustancias, permitiendo su combinación y produciendo diferentes tipos de acero.
Arquitectura
El diseño y construcción de viviendas siempre debe tomar en consideración los aspectos de intercambio de energía. Nuestro cuerpo puede sobrevivir sólo en un intervalo de temperatura donde nuestro metabolismo resulta más eficiente, por eso nos sentimos mejor cuando la temperatura del medio ambiente está alrededor de los 20 °C.
Los proyectos urbanos y residenciales toman en consideración estos límites, pero también deben tener en cuenta la utilización adecuada de los recursos naturales. Un ejemplo es el uso de la energía solar para reemplazar los calentadores de agua que funcionan con electricidad o combustible.