La publicidad es una actividad profesional dedicada a la difusión pública de las ideas asociadas con empresas, productos o servicios, específicamente, la propaganda comercial.
La publicidad es un término que puede abarcar diversas áreas del conocimiento que envuelven procesos como la difusión comercial de productos, en especial en actividades de planificación, creación, producción y distribución de la publicidad. La historia de la publicidad se traza desde la antigüedad. Fue, sin embargo, tras la Revolución Francesa (en 1789) cuando la publicidad comenzó una trayectoria importante tanto para la posterior Revolución Industrial como para la propaganda política.
Hoy en día todas las actividades humanas se benefician con el uso de la publicidad: los profesionales, como médicos e ingenieros ofrecen sus servicios, anuncian sus exposiciones, trabajos y portafolio de clientes. La ciencia misma ha usado la publicidad para promover sus descubrimientos a través de carteles, revistas, periódicos, películas, Internet y otros medios.
Cada momento nos enfrentamos a una gran cantidad de anuncios, ya sea al aire libre, o en folletos repartidos en las calles o a través de los medios de comunicación más tradicionales. Son parte de los llamados géneros textuales, pues participan de una situación socio-comunicativa entre las personas.
El propósito de este tipo de texto publicitario es persuadir, es decir, el anunciante (emisor) pretende convencer al destinatario (receptor) sobre las ventajas o buena calidad de un determinado producto. La conducta perseguida es siempre la adquisición de aquello que se promociona.
Dicho enfoque nos lleva a la idea de aquel viejo adagio, que dice que «la publicidad es el alma del negocio». Si nos fijamos bien nos encontramos con que la declaración popular es totalmente acertada porque cuanto más creativo y objetivo sea el anuncio más tendrá la posibilidad de ser aceptado. Para eso, es importante conocer al público objetivo mayoritario, factor decisivo en contra de la elaboración de las estrategias a ser aplicadas.
Estructura de publicidad textual
En cuanto a la estructura del texto publicitario, se hace como sigue:
- Título: a menudo es muy creativo y atractivo, basado en un lenguaje connotativo. A menudo hace uso de un juego de palabras con la intención de atraer al consumidor o intentando despertar su atención.
- Imágenes: suelen ser imagenes inusuales mostradas de forma que llama la atención según a las características del producto anunciado.
- Cuerpo del texto: en esta parte se desarrolla la idea sugerida en el título, con frases cortas, claras y objetivas adaptadas al vocabulario de los interlocutores o, incluso, un argot concreto.
- Identificación del producto o la marca: funciona como una «firma» del anunciante. Existe también el lema que aparece al lado de la marca anunciada, de poner más énfasis en la comunicación. Algunas consignas son de nuestro conocimiento popular. Por ejemplo, si decimos «Te da alas» inmediatamente reconocemos a qué marca corresponde (Red Bull).
