Antoine Henri Becquerel (1852- 1908), de origen francés, fue parte del equipo de científicos que desentrañando los misterios de la radiactividad. Su principal contribución provino el descubrimiento de que el uranio emite radiación.
Las pruebas experimentales utilizadas por Becquerel no fueron nada convencionales. En lugar de equipos de laboratorio tales como vasos, matraces, microscopios, entre otros, él utilizó pequeños trozos de película fotográfica. Bastó guardar este material, junto con una especie de sal conteniendo uranio, para descubrir lo que ya sabemos hoy: el uranio es radioactivo. Los rayos emitidos por el uranio fueron denominados, al principio, de Rayos B en su honor.
Los estudios relacionados con la radiactividad del uranio rindieron al Henri Becquerel el Premio Nobel en 1903. Pero no sólo en el campo de radiación fue que Becquerel hizo historia, también llevó a cabo investigaciones sobre la fosforescencia, espectroscopia y absorción de la luz.
Entre sus obras más conocidas se encuentran Investigación sobre fosforescencia (1882-1897) y Descubrimiento de la radiación invisible emitida por el uranio (1896-1897).
