Antioquía fue fundada (300 aC) por Seleuco I Nicátor (354-281 aC), general de Alejandro Magno (356-323 aC) y heredero de la satrapía de Babilonia con el nombre de Antiokheia. Su creación fue en honor a su padre y al general Filipo II de Macedonia (382 hasta 336 a. C.), padre de Alejandro, y en la actualidad se conoce como Antioquía ubicada en Turquía. Se convirtió en la capital del imperio seléucida y un gran centro del Oriente helenístico.
Conquistada por los romanos en el año 64 a.C, ha mantenido su condición de ciudad libre y fue la tercera ciudad del imperio después de Roma y Alejandría, llegando a 500 000 habitantes refugiados. Evangelizada por los apóstoles Pedro, Pablo y Bernabé, se convirtió en una metrópolis religiosa y centro de numerosas controversias, incluyendo el arrianismo, el nestorianismo y el monofisismo.
