Roma, actual capital de Italia, es el centro desde el que surgió uno de los más grandes imperios formados en la antigüedad. Fijada en la parte central de la Península Itálica, esta ciudad fue fundada en el siglo VIII a.C., con diferentes influencias culturales y étnicas. Antes de hablar sobre la creación de la civilización romana, debemos tener en cuenta las diferentes personas que han contribuido al origen de la misma. Entre ellos, destacamos los etruscos, los umbros, los latinos, los sabinos, los samnitas, y los griegos.
Antes de la creación de Roma, los etruscos sobresalieron como una de las civilizaciones más importantes de la parte central de la península italiana. Alrededor de una docena de centros urbanos fueron distribuidos mediante el establecimiento de una economía altamente estructurada debido a intensas actividades comerciales. Esa evolución se produjo también debido a las relaciones pacíficas establecidas con los fenicios, asentados en la porción norte del continente africano.
La creación de Roma se sabe que está marcada por la leyenda de los hermanos Rómulo y Remo. Según la historia descrita en la obra Eneida, del poeta Virgilio, el pueblo romano es descendiente del héroe troyano Eneas. Su fuga hacia la península itálica se dio por la destrucción de Troya, invadida por los griegos en 1400 a.C. Con su llegada, Eneas creó una nueva ciudad llamada Lavinio (Lavinium). Más tarde, su hijo Ascanio creó el reino de Alba Longa.
En este reino sucedía el vínculo entre el dios Marte y la princesa Rea Silvia, hija del rey Numitor. La participación de la princesa con la deidad dio a luz a los gemelos Rómulo y Remo, que tenían derecho a gobernar sobre Alba Longa. Sin embargo, el ambicioso Amulio (Amulius) ideó un plan para apoderarse del gobierno y, por tanto, decidió lanzar a los dos niños en el río Tíber. Rómulo y Remo sobrevivieron gracias a los cuidados de un lobo que los protegió y entregó a una familia campesina para su protección.
Cuando llegaron a la edad adulta, los hermanos regresaron a Alba Longa y depusieron a Amulio inmediatamente. Más tarde, decidieron crear la ciudad de Roma. Rómulo, que tenía el favor de los dioses, rastreó el lugar donde se realizaron las primeras obras de la ciudad. Insatisfecho con la decisión de su hermano, Remo saltó por encima de la marca hecha por Rómulo. En respuesta, Rómulo acabó matando a Remo y se convirtió en el primer monarca en la historia de Roma.
Esta explicación mítica se opone a la investigación histórica y arqueológica que indican un supuesto menos heroico de los orígenes de Roma. Según los expertos, la fundación de Roma vino de la construcción de un fuerte establecido por los latinos y los sabinos. Estos dos pueblos tomaron la iniciativa para protegerse de las invasiones de los etruscos. No obstante, el pueblo etrusco llegaría a dominar la región en el siglo VII a.C. Desde el establecimiento de los etruscos, comenzaba el germen de la civilización romana.