El año bisiesto es el año que tiene un día extra en el calendario en comparación con los 365 días convencionales 365. Febrero fue el mes elegido para tener un día extra en año bisiesto.

Para entender lo que es un año bisiesto es necesario volver a la época de los egipcios, hace unos 2.000 años, y la historia se hace un poco confusa.

En ese momento, se creía que el movimiento de traslación –tiempo que requiere nuestro planeta para realizar una vuelta alrededor del Sol– duraba 365 días. Por lo tanto, el tiempo estaba dividido en 12 meses de 30 días cada uno, además de 5 días para completar los 365 definidos en calendario. Sin embargo, el tiempo que la Tierra necesita para hacer su trayectoria completa es de 365 días, 5 horas, 48 minutos y 46 segundos aproximadamente.

Los egipcios fueron a darse cuenta de este hecho después de un tiempo, porque ello alteró la época de plantación y cosecha de cultivos, poniendo en riesgo su supervivencia. De esa manera, con nuevos cálculos, vieron que el año tenía una duración de 365,25 días, o 365 días y 6 horas.

Así, 24 horas (un día terrestre) dividido por 6 horas da como resultado 4. Por tanto, cada 4 años se añade un día más al calendario, el conocido Calendario Alejandrino.

¿Por qué el nombre de bisiesto y la existencia de un día más en febrero?

En el Imperio Romano, el calendario estaba basado en las fases de la luna, el conocido Año Lunar. El año duraba 304 días divididos en 10 meses, 6 meses con 31 días y el resto con 30 días. El año se iniciaba en marzo, y por lo tanto no en los meses de enero y febrero. Con Julio César en el poder, pasaron a adoptar el año solar como calendario oficial, semejante al Calendario Alejandrino. Fue a partir de ese momento que los meses de enero y febrero empezaron a existir, inaugurando el Calendario Juliano. Así, también hubo necesidad de que cada 4 años hubiera 366 días en calendario.

El primer día del mes en el Imperio Romano, fue llamado Calendas. Decidieron que en el año que había una necesidad de agregar un día más en el calendario, decidieron que habría dos sextos días antes del primer día de Marzo, esto porque tenía el ‘sextus die’ y el ‘bis-sextus die’. Luego, el mes anterior era febrero.

Si se compara al calendario actual, el sexto día antes de las calendas de marzo es el 24 de febrero. Así que la idea del año bisiesto es que habría dos veces el día 24 de febrero.

Además, hubo dos razones más para elegir el mes de febrero: la primera, por ser el último mes del Calendario Juliano; la segunda, antes había perdido un día, recolocado en el mes de Julius (actual Julio), en homenaje al emperador Julio César.

¿Cómo saber si un año será bisiesto?

El año bisiesto es cuando es divisible por 4. El año 2012, por ejemplo, es divisible por 4. Por lo tanto, es bisiesto.

Pero cuando se trata de un centenario (1900, por ejemplo), esta regla no es válida. Aquí tenemos otra excepción: cuando el año del centenario es divisible por 400, también será considerado un año bisiesto.