Áncora o ancla es una palabra en el área náutica que señala una pieza de hierro atada a una cuerda o cadena y usadas para inmovilizar un objeto flotante.
Con origen en el griego ‘ágkyra’, un ancla suele ser macizo, pesado y con mucha resistencia, formado por dos o más ganchos, responsables de su fijación al fondo marino. El ancla es atada a una cuerda y luego arrojada al mar o río, que sirve para mantener firme la embarcación en cuestión.
En sentido figurado, la palabra puede indicar abrigo, protección o apoyo. Por ejemplo: ‘En el momento más difícil de mi vida, tú has resultado ser el ancla que me salvó’.
La expresión “levantar o echar el ancla” también puede utilizarse en forma figurativa para indicar el acto de colocar en un lugar determinado objeto así como marchar a otro lugar.
Los anclajes también son muy populares en los tatuajes, porque también simbolizan esperanza, estabilidad, firmeza, fidelidad, tranquilidad y fortaleza.
En la Biblia, la palabra ancla es vista en Hebreos 6:19. ‘La cual tenemos como segura y firme ancla del alma, y que penetra hasta dentro del velo’.