Combinando, generalmente, su propio peso con la acción de enganche en cualquier proyección o en el suelo subacuático, el ancla presenta una forma especial que hace agarrarse cada vez que sufre una tracción horizontal. Una tracción vertical, sin embargo, puede desprender el ancla con facilidad.
Las anclas se unen a las embarcaciones por cuerdas (o corrientes pesadas en el caso de grandes barcos) que deben permanecer tendidas a lo largo del fondo del mar, a fin de que ocurra la tracción horizontal.
Para esto, las anclas deben tener una longitud entre tres y ocho veces mayor que el equivalente a la profundidad del agua en el lugar. Para recoger la ancla, se enrolla la cuerda por medio de un cabrestante.
La eficiencia de un ancla depende de la naturaleza del fondo marino. El tipo almirantazgo o de cepo, por ejemplo, no se adhiere bien en los fondos blandos o lodosos, pues la zona resulta relativamente pequeña.
Una mejora que ayudó a resolver este problema surgió en la tipo Trotman, cuyo brazo es movible, permitiendo que las patas se entierren según un ángulo más apropiado, fijando mejor la embarcación.
La mayoría de los grandes barcos modernos usan un ancla que presenta patas grandes y desplazables, pudiendo doblarse hasta un máximo de 45º, y presentan proyecciones inferiores.
Cuando el cable de elevación se tira horizontalmente, las patas se incrustan firmemente en el fondo del mar. Recogido, puede ser empujado hasta la boca de salida del cable, quedando al lado del casco apenas los brazos y patas.
Tipos de anclajes y sus características
Debido a que cada lugar presenta un tipo particular de fondo, existe un anclaje perfecto para condición y ubicación. Siempre que sea posible, pregunta a los pescadores locales donde son los mejores lugares para fondear.
Cualquiera que sea el modelo preferido, siempre trata de usar la mayor ancla posible, evitar el máximo de piezas con soldaduras, usar productos originales o, en caso de que no sea posible, evitar malas copias.
Conozcamos a continuación los tipos de ancla más frecuentes:
- Anclas de tipo Almirantazgo: si pidieras a un niño dibujar un ancla probablemente resultaría en algo parecido a esta. Es un diseño muy antiguo, adoptado por almirantazgo inglés a mediados de los años 1800. Actualmente ha caído en desuso debido a ser muy pesado y difícil de guardar debido a su formato. Es prácticamente imposible de dejarla permanentemente en la proa lista para su uso. Puede resultar útil en situaciones donde el fondo sea muy rocoso.
- Anclas de tipo Arado: inventado en la década de 1930, esta ancla usa el concepto de un arado articulado. Su punta, en el modelo original, está respaldada con plomo, lo que hace que tenga la actitud correcta de girar la punta hacia abajo y penetrar fácilmente. A pesar de ser un modelo antiguo, mantiene buena reputación.
- Anclas de tipo Rocna y Spade: son las dos anclas principales de nueva generación, con casi el mismo diseño. Son de tipo arado y han ganado gran popularidad entre los profesionales. Encajan bien en casi cualquier tipo de proa y son fáciles de ser lanzados y recogidos.
- Anclas de tipo Danforth: son seguramente las anclas con mejor relación entre el peso y la resistencia. Hay un modelo de aluminio (Fortress) que es todavía más leve. Tienen buen rendimiento en las pruebas y una vez enterradas son difíciles de traer a bordo.
- Anclas de tipo Bruce: se desarrollaron en la década de 1970, inicialmente para aguas agitadas del norte del Atlánico. La producción fue limitada. Algunos señala que se trata de una de las mejores anclas, aunque las pruebas de desempeño en varios estudios demuestran un bajo rendimiento.