Los alquenos son hidrocarburos que poseen un doble enlace entre dos átomos de carbono, es decir, son insaturados. Ellos también son llamados hidrocarburos etilénicos u olefínicos. Están compuestos de carbono e hidrógeno y su fórmula general es CnH2n. El primer miembro de esta serie de compuestos son el etileno (C2H4), su estructura es de cadena carbónica acíclica (alifática).
El más simple de los alquenos es el etileno, que se presenta como un gas incoloro e insoluble en agua. Cuando entra en reacción con cloro o bromo, ese gas tiene la propiedad de formar líquidos oleosos.
Los alquenos se presentan en la naturaleza y en temperatura ambiente de la siguiente manera:
- Cadena normal de 2-4 carbonos: gases.
- Cadena normal de 5-16 carbonos: líquidos.
- Cadena normal de 17 o más carbonos: sólidos.
A diferencia de los alcanos, los alquenos son muy raros en la naturaleza. Los gaseosos constituyen una pequeña cantidad de los gases naturales y del petróleo, como es el caso del etileno, que es obtenido industrialmente a través del craqueo del petróleo (cracking). El término cracking es originado del inglés (to crack = romper) y recibe ese nombre porque corresponde a un proceso de ruptura de moléculas grandes de alcanos a través de catalizadores, lo que da origen a moléculas menores de alcanos y alquenos.
El eteno es a menudo utilizado como anestésico en cirugía y en la maduración forzada de frutas verdes (esas toma el color natural de las frutas maduras cuando se dan en contacto con el gas) y todavía en la preparación de polietileno, que es uno de los plásticos más importantes en la industria. A partir del alqueno se produce la fabricación bolsas y botellas de plástico, juguetes, caucho sintético, tintes, tejidos sintéticos e, incluso, explosivos.