El fenómeno de la alotropía se produce cuando un mismo elemento forma sustancias simples diferentes. Eso sucede con el carbono, con el fósforo, con el oxígeno y con el azufre.
El azufre tiene la mayor variedad de formas alotrópicas (S2, S4, S6 y S8), que pueden encontrarse principalmente en lugares propensos a erupciones volcánicas. Sin embargo, dos formas alotrópicas de azufre destacan, siendo que ambas poseen la fórmula S8, esto es, sus moléculas son formadas por ocho átomos de azufre unidos en forma de anillo. La diferencia se encuentra solamente en las disposiciones de sus moléculas en el espacio.
Los dos principales alótropos de azufre tienen la fórmula S8.
Veamos las características de cada uno de los tipos:
Azufre rómbico o azufre α (alfa): esta es la forma alotrópica más estable del azufre y, por lo tanto, la más común. Aparece en forma de cristales amarillos y transparentes.
Formato de azufre rómbico
Azufre monoclínico o azufre β (beta): este alótropo de azufre está presente en la forma de agujas finas y opacas, como se muestra en la figura siguiente. Es menos estable que el azufre rómbico, su punto de fusión es mayor (119 °C) y tiene el mismo punto de ebullición (444,6 °C).
Formato de azufre monocíclico