El alcohol corresponde a un líquido transparente, con fuerte olor e incoloro, cuya principal característica es la capacidad de ser quemado, es decir, es un líquido inflamable.
En la composición de alcohol nos encontramos con los átomos de los siguientes elementos: hidrógeno, carbono y oxígeno. La quema de alcohol y de combustión, da lugar a productos de reacción agua y dióxido de carbono y mucha energía.
Los alcoholes más conocidos son el metanol y el etanol. El metanol es peligroso por ser tóxico, puede causar ceguera e incluso la muerte. El etanol es el más conocido por alcohol etílico, que se produce por la fermentación de la caña de azúcar. El proceso consiste en fermentar la caña de azúcar a través de la acción de las bacterias y hongos.
La caña de azúcar no es la única materia prima existente para la producción de alcohol carburante. El alcohol también puede ser extraído de maíz, remolacha e incluso de la madera.
El alcohol combustible se obtiene mediante la mezcla de gasolina y metanol. Su uso para el suministro de los coches data de inicios del siglo XX. Ya en el año 1912, algunos vehículos fueron movidos con recurso a este combustible, en carácter experimental.
Ventajas del uso de etanol
- 1 – Alto poder de resistencia a la compresión de la mezcla aire-vapor de combustible dentro del motor.
- 2 – Liberación de gran cantidad de energía cuando se quema.
- 3 – Presenta un precio asequible.
