En el planeta Tierra hay una gran cantidad de agua, la mayoría se encuentran en los océanos y alrededor de los continentes. El porcentaje es mucho menor en los ríos y lagos. Los ríos siempre han sido fundamentales para la sociedad, desde los primeros tiempos de la civilización humana. El río Nilo, por ejemplo, se aseguró de un largo sustento para decenas de miles de personas.
El agua es esencial para la supervivencia del planeta, la evolución de los seres vivos ha sido siempre dependiente del agua. Fue allí donde surgieron las primeras formas de vida; a partir de ella surgieron las primeras formas terrestres que lograron sobrevivir solo después de desarrollar mecanismos fisiológicos que permitieron recoger el agua del medio ambiente y retenerla en sus organismos.
El agua es el elemento más crítico e importante para la vida humana, ya que representa un 60% a 70% de nuestro peso corporal, regula nuestra temperatura interna y es esencial para todas las funciones corporales. El objeto de estudio de la hidrografía es el agua terrestre, cubriendo así los océanos, mares, glaciares, aguas subterráneas, lagos, ríos y el agua de la atmósfera. La mayor parte del agua se concentra en el mar y océanos con 1.380.000.000 km³ -, que corresponden al 97,3% de la reserva de agua en el mundo. Las aguas continentales tienen un volumen total de 38.000.000 km³, que representa el 2,7% de agua en el planeta.
Muchas ciudades del planeta están situadas a los márgenes de ríos o son trazadas por ellos. Además de abastecer agua en ciudades e industrias, los ríos son empleados como medios de transporte y para generar energía eléctrica, además de servir como límites divisorios entre países, como el río Grande que separa los Estados Unidos de México.
Las aguas subterráneas
Son las aguas que se filtran en el suelo después de la lluvia y comprenden gran parte de los recursos hidrológicos disponibles para el uso del hombre.
Entre las rocas que forman el suelo existen espacios vacíos, llamados poros, los cuales están conectados entre sí. Absorbida por el suelo que funciona como una esponja, el agua, gracias a la fuerza de la gravedad, atraviesa esos poros y alcanza capas más profundas, almacenándose en un depósito por donde circula lentamente.
Cada formación geológica capaz de almacenar agua en sus huecos se denomina acuífero. Hay dos tipos de acuífero: el primero, llamado libre, está más cerca de la superficie y se puede aprovechar fácilmente; en el segundo tipo, el agua permanece almacenada en profundidad y presa, entre dos capas de rocas impermeables. Son los acuíferos confinados, explotados a través de pozos, donde se usan bombas y compresores para extraer el agua.
En América del Sur, hay una enorme reserva de agua subterránea en Brasil, Argentina, Paraguay y Uruguay, y ocupa una superficie de 400.000 km2.
Cuando, después de una cierta profundidad, todos los poros se llenan con agua (en ausencia de aire), tenemos la zona saturada o depósito de agua subterránea. Algunas reservas subterráneas pueden llegar a mayores profundidades, enriqueciéndose con las sales de las rocas o alcanzando altas temperaturas. Estos se denominan aguas minerales y tienen características físico-químicas de uso terapéutico.
Las aguas subterráneas tienen una gran importancia no sólo porque representan la mayor parte del agua dulce líquida en el planeta, sino porque se usan ampliamente, tanto para la agricultura como para el abastecimiento urbano.
Los ríos
El origen del río no se debe a las manifestaciones de las aguas subterráneas cuando el agua llega a la superficie dando lugar a las llamadas minas de agua y las aguas de las minas forman irregularidades del relieve formando los ríos. Pero esto no es una regla general, algunos ríos tienen su origen a partir del deshielo, como el río Amazonas.
Los ríos pueden variar según la cantidad o volumen, flujo de agua, y otros aspectos.
- Ríos perennes: los ríos cuyas aguas no están secas, incluso en períodos de escasez de precipitaciones (lluvias), estos ríos son muy importantes en las regiones con climas secos, las regiones áridas y semiáridas, especialmente para promover la agricultura.
- Ríos temporales o intermitentes: Los ríos son temporales en periodos secos con poca cantidad o nada de precipitación.
- Régimen fluvial: se corresponde con el volumen de agua del río durante el año. Se produce con un aumento en el volumen de las mareas y el reflujo por agua causado por la lluvia. Si el flujo y el reflujo se deben al deshielo en montañas se conoce como régimen nival. A veces pueden producirse ambos casos como sucede con el río Amazonas.
Los ríos pueden parecerse a las venas de nuestro propio cuerpo. Unas mayores, otras menores, Cuando un río desemboca en otro se llama afluentes, el punto de donde corre un río que se llama desembocadura. Podemos distinguir dos tipos de desembocaduras de los ríos con diferentes características:
- Estuario: es cuando la desembocadura del río se abre por completo, y no hay una sola salida.
- Delta: se caracteriza por la acumulación de sedimentos en la desembocadura del río, creando múltiples puntos de venta.
También debemos discernir las diferencias entre las cuencas hidrográficas y los sistemas fluviales.
- Red hidrográfica: es el conjunto de ríos de una cuenca hidrográfica.
- Cuenca hidográfica: es la red de agua y también su área de captación de agua.
La mayoría de los estanques se vacían, en este caso, el mar. Otros se dirigen al interior del continente y se les llama:
- Exorreica: corresponde a las cuencas que drenan las aguas de los ríos hacia el océano.
- Endorreicas: corresponde a las cuencas que drenan el agua en el interior del continente.
También se pueden mencionar:
- Arreica: drenaje de agua en el que el relieve no es propicio para el flujo, que se produce en las zonas desérticas.
- Criptorreica: corresponde al flujo de aguas subterráneas, esto ocurre en las cuevas.