Hasta donde sabemos, sólo el planeta Tierra contiene agua en abundancia. Alrededor del 70% de la superficie terrestre es agua. A su alrededor existen innumerables especies de fauna y flora.
El agua, combinada con la fuerza de los vientos, ayuda a esculpir el paisaje de nuestro planeta: desgasta valles y rocas, provoca el surgimiento de diversos tipos de suelos, etc.
El transporte de nutrientes, que son aprovechados por muchos organismos vivos, también es hecho por el agua.
La vida dependiente de agua
La existencia de todos los seres vivos de nuestro planeta depende de un flujo continuo de agua y del equilibrio entre el agua que el organismo pierde y la que él repone.
El ser humano guarda una similitud con nuestro planeta. El 70% de nuestro cuerpo está compuesto de agua. Así como el agua irriga y alimenta a la Tierra, nuestra sangre, que es formada por un 83% de agua, irriga y alimenta nuestro cuerpo.
Cuando el hombre aprendió a utilizar el agua en su favor, dominó la naturaleza: aprendió a sembrar, a criar animales para su sustento, a generar energía, entre otros avances.
Desde las primeras civilizaciones hasta la más moderna, el hombre siempre ha tratado de vivir cerca de los ríos, para facilitar el riego, los granos de molienda, la obtención de agua potable y otras acciones.
En los últimos trescientos años, la humanidad se ha desarrollado de forma significativa, aumentando la producción, expandiendo el comercio y provocando una auténtica revolución industrial. Durante ese proceso, el agua tuvo un papel protagonista, pues a partir de su potencial surgió la tecnología de la rueda de agua, la máquina de vapor, la planta hidroeléctrica, entre otros progresos tecnológicos.
Hoy, más que nunca, la vida del hombre depende del agua. Para producir un kilogramo de papel, se utilizan 540 litros de agua; para producir una tonelada de acero, se necesitan 260.000 litros de agua; una persona en su vida en el hogar, puede gastar hasta 300 litros de agua por día.
Recurso limitado
Durante el siglo XX, la población del planeta Tierra ha aumentado en casi un 400%. El costo de tener agua lista para el consumo en nuestros hogares es muy alto, debido a que el planeta tiene sólo alrededor del 3% del agua dulce y no toda el agua puede ser utilizada por el hombre, ya que gran parte se encuentra en glaciares e icebergs.
Otra razón por la que el agua es un recurso limitado es su mala distribución en todo el mundo. Hay lugares con una escasez del producto y otros en los que aparece en abundancia.
Con el rápido desarrollo de la tecnología, el hombre empezó a interferir con la agresividad en la naturaleza. Para construir una represa, desvía el curso de los ríos, mantiene una cantidad elevada de agua e interfiere en la temperatura, en la humedad, en la vegetación, en la vida animal y en las personas que viven en las proximidades.
El hombre tiene el derecho de crear y promover el desarrollo de la tecnología para satisfacer sus necesidades, pero todo tiene que ser considerado cuidadosamente, porque la naturaleza también debe ser respetada.
