El agua es un elemento compuesto por dos átomos de hidrógeno (H) y oxígeno (O), formando una molécula de H2O. Es una de las sustancias más abundantes en nuestro planeta y se puede encontrar en tres estados físicos: sólido (hielo), líquido (mares y ríos) y gas (vapor de agua en la atmósfera).
Aproximadamente el 70% de la superficie terrestre está cubierta por agua. Sin embargo, menos del 3% de este volumen es agua dulce, la mayoría de los cuales se concentra en los glaciares (glaciares polares y las nieves de las montañas), dejando un pequeño porcentaje de las aguas superficiales para las actividades humanas.
El agua se distribuye de la siguiente manera en el planeta Tierra:
- El 97,5% del agua disponible en el planeta se encuentra en los océanos, es decir, es agua salada.
- El 2,5% de agua dulce se distribuye de la siguiente manera: 29,7% acuíferos; 68,9% casquetes polares; 0,5% rios y lagos; 0,9% otras reservas (nubes, vapor de agua…).
El Día Mundial del Agua fue establecido por las Naciones Unidas (ONU) en 1992, que se celebra el 22 de marzo.
El agua es de fundamental importancia para la vida de todas las especies. Aproximadamente el 80% de nuestro cuerpo es agua. La mayoría de los investigadores coinciden en que la ingestión de agua tratada es uno de los factores más importantes para la conservación de la salud, se considera el solvente universal, ayuda a prevenir enfermedades (piedras en el riñón, infección urinaria, etcétera) y protege el cuerpo contra el envejecimiento natural.
Sin embargo, hay una gran pérdida de este recurso natural, y su uso está destinado principalmente a las actividades económicas. En la actualidad, el 69% del agua potable se destina a la agricultura, el 22% para las industrias y sólo el 9% para el consumo humano.
La contaminación del agua es otro factor agravante, los ríos están contaminados por aguas residuales domésticas, efluentes industriales, desechos, pesticidas, entre otros contaminantes, que alteran las propiedades físico-químicas del agua.
Ciclo del Agua
El ciclo del agua, también conocido como el ciclo hidrológico, es el proceso dinámico de las diferentes etapas del agua. Para comprender mejor este ciclo se puede comenzar su explicación por la evaporación del agua del océano.
El vapor que resulta de las aguas oceánicas es transportado por el movimiento de las masas de aire. Bajo ciertas condiciones, el vapor se condensa, formando las nubes, que a su vez pueden acabar en precipitación. La precipitación puede suceder en forma de lluvia, nieve o granizo.
La mayor parte del agua queda temporalmente retenida en el suelo, próxima al lugar donde llegó, y finalmente regresa a la atmósfera por evaporación y transpiración de las plantas. Una parte de agua resultante, fluye por la superficie terrestre llegando a ríos, mientras que otra se infiltra profundamente en el suelo.