Agamenón, en la mitología griega, monarca de Micenas y jefe de las fuerzas griegas en la conocida Guerra de Troya. Era hijo de Atreo y sufrió la maldición lanzada sobre su hogar. Cuando los griegos se reunieron en Áulide para su viaje a Troya, se vieron forzados a retroceder por los vientos adversos. Para sosegar los vientos, Agamenón sacrificó a su hija Ifigenia a la diosa Ártemis. Su enfrentamiento con Aquiles sobre la princesa cautiva Briseida y las secuelas de esa cólera forman buena parte del argumento de la Iliada de Homero. Posteriormente a un lugar de diez años, cayó Troya y Agamenón regresó triunfante a Micenas. Con él fue la princesa troyana Casandra, que le había sido concedida por el ejército griego vencedor.
Clitemnestra, mujer de Agamenón, lo recibió con expresiones de amor, sin embargo mientras él estaba en el baño, ella le tendió una encerrona. Egisto, el amante de ella, atacó a Agamenón con una espada y, mientras estaba inconsciente por el revés, Clitemnestra lo decapitó con un hacha. Su fallecimiento fue vengado siete años más tarde por su hijo Orestes. La historia del fallecimiento de Agamenón es contada en la primera pieza de la trilogía Orestíada, del poeta griego antiguo Esquilo.