Adsorber y absorber, químicamente hablando, son palabras que difieren en su comportamiento en comparación con otras sustancias.
- Adsorber: adhesión (fijación) de las moléculas de un fluido (fijado por adsorción) a una superficie sólida (adsorbente).
- Absorber: recoger, aspirar, sorber, chupar, en remojo.
El acto de absorción se refiere a la acción de recoger, por ejemplo, una esponja absorbe el agua, pero el líquido sale fácilmente cuando se es apretado, evento que no ocurre con la adsorción.
En la adsorción, las moléculas o iones de una sustancia quedan retenidos (fijados) en la superficie de sólidos por interacciones químicas y físicas.
Un gran ejemplo de sustancia adsorbente es el carbón activado. Se utiliza en plantas de tratamiento de agua potable (ETAP) para eliminar las impurezas y contaminantes como materia orgánica, gases y partículas más pequeñas. El agua, después de pasar por filtros de carbón activado, sale clara y sin olor. ¿Es mágica? No.
La superficie del carbón activado confiere varios lugares de enlace (poros). Cuando ciertas sustancias químicas pasan cerca de la superficie del carbón, se unen a él y quedan aprisionadas. Decimos que el carbón posee alta porosidad y por eso se vuelve un adsorbente.
Para realizar la prueba de la capacidad adsorbente del carbón, experimentemos colocándolo en la nevera de la casa. ¿Sabes ese olor fuerte? El carbón se encarga de adsorber todos los olores y la nevera pasará a no tener ningún olor.
Podemos ver entonces que las palabras adsorber y absorber son iguales solamente en la escritura, pues en equivalencia son procesos bien diferenciables.