Los colores y la preservación de muchos aditivos alimentarios se derivan de los aditivos. Las estanterías de los supermercados están llenas de una gran variedad de productos alimenticios; a veces estos alimentos permanecen allí durante semanas e incluso meses sin perder calidad y sin degradarse su estado.
Si pensamos en la vida de nuestros antepasados, que para comer debían de cazar y recolectar, podemos pensar en las dificultades que encontraban, pues no había panaderías, carnicerías, otros establecimientos ni restaurantes.
Podemos observar que, para tales facilidades, los alimentos industrializados presentan numerosas sustancias que conservan, proporcionan color y confieren coloración a los mismos. Entre ellos podemos señalar:
- Acidulantes – son responsables de cohibir la proliferación de microbios, a la vez que mejoran el sabor del producto.
- Antioxidantes – son empleados en productos grasos, impidiendo la oxidación.
- Antihumectantes – agentes usados para prevenir la humedad del producto, es utilizado en sal.
- Conservantes – atrasan la producción de microbios y conservan el producto para que demore en estropearse.
- Colorantes – provocan alteraciones visuales en el producto, es decir, da color a los alimentos, haciéndolos más atractivos.
- Edulcorantes – dotan de sabor dulce a un producto, es decir, edulcoran.
- Espesantes – proveen consistencia a los productos.
- Estabilizadores – impiden cambios de características y consistencia del producto.