Los acadios, sucesores de los primeros pueblos de la antigua Mesopotamia -los sumerios- dominaron la región histórica de Oriente Medio de Sumeria alrededor del año 2550 a.C. En el año 2300 a.C., conquistaron todas las ciudades sumerias; liderados por el rey Sargón I se expandieron hacia el norte y conquistaron Mesopotamia.
La rápida victoria y el dominio sobre los sumerios se puede explicar por dos razones: su ejército era más ágil utilizaban el arco y la flecha, instrumento más rápido y eficiente que las lanzas y escudos pesados de los sumerios. Fijaron la capital de su imperio en Acad, de ahí el nombre de la civilización acadia. Fundaron el primer imperio mesopotámico, que duró hasta 2150 a.C., cuando fueron dominados por los gutis, un pueblo de origen asiático.
La nueva ola de la invasión extranjera se produjo en la región, desestabilizando el imperio acadio y permitiendo la reanudación de la hegemonía política de los sumerios. El dominio de la zona de los sumerios no era, sin embargo duradero, debilitados por las rebeliones internas, sufrieron invasiones de guerreros nómadas. En el año 2000 a.C., llegaron los amorreos, otro pueblo semita, provenientes del desierto de Arabia, que dominaron toda la región, logrando formalizar el Primer Imperio Babilónico.