Una de las fiestas más tradicionales del catolicismo, el Corpus Christi, no se celebra en un día específico. Tradicionalmente el Corpus Christi tiene lugar el primer jueves después del domingo de la Trinidad o 60 días después del domingo de Pascua.
El término Corpus Christi proviene del latín y significa Cuerpo de Cristo, de modo que la fiesta instituida por el Papa Urbano IV en el siglo XIII se propone a celebrar la Eucaristía, es decir, la presencia simbólica del cuerpo de Cristo en la hostia.
La hostia es un tipo de goma de pan que se entrega en el punto culminante de la misa católica a todos los fieles que ya han hecho la primera comunión.
La celebración de Corpus Christi empezó en el siglo XIII, en 1243, en Lieja, en Bélgica, cuando la monja agustiniana Juliana de Lieja experimentó visiones de Jesucristo, deseando que el misterio de la Eucaristía se fuese celebrado con destaque.
Era a partir la visión y la demanda de Jesús que la monja belga lucharía por un reconocimiento de lo que más tarde llegó a ser conocido como Corpus Christi, cuando, en 1264, el Papa Urbano consagró oficialmente la fiesta para toda la institución.
La celebración de la fiesta consiste en una misa, procesión y adoración del Santísimo Sacramento. La procesión recuerda el caminar del pueblo de Dios, que es peregrino en busca de la tierra prometida.
La primera comunión o Eucaristía, es un rito de transición o sacramento por el que pasa el joven católico, después de algunos años de escuela dominical, donde aprende los valores cristianos como el amor y la caridad, saber el significado de los símbolos católicos como la Cruz, la Semana Santa y el Corpus Christi y estudiar la Biblia.
Después de este rito se dice que el joven está listo para recibir el misterio de la Eucaristía, o el cuerpo de Cristo. Así, el Corpus Christi alude a las palabras de Cristo en la última cena, compartiendo el pan y el vino con sus discípulos, que dice que son su cuerpo y su sangre. La fiesta del Corpus Christi celebra la presencia del cuerpo de Cristo en la hostia, en cada misa, en el momento de la Eucaristía.
Corpus Christi se trata, por tanto, de una fiesta católica y su día transcurre tradicionalmente como festivo nacional. Sin embargo, el Corpus Christi no es una fiesta nacional, es de hecho, según las leyes de cada país, un evento opcional.
