La hidrogimnasia es un ejercicio aeróbico realizado en piscinas que tiene como objetivo el mantenimiento profiláctico de la salud. Mejora la capacidad aeróbica, la resistencia cardiorrespiratoria, la fuerza muscular, la flexibilidad y proporciona un gasto calórico 260-400 kcal por hora dependiendo de la intensidad en que el profesional o practicante realiza los ejercicios.
La práctica de este tipo de actividad puede llevar a un menor impacto en las articulaciones, menor esfuerzo en los movimientos y sensación de bienestar causada por el agua. La hidrogimnasia es indicada como actividad anaeróbica, pura y simple, y también indicada para aquellos de vida sedentaria y a los portadores de problemas de peso, entre otros.
Las actividades físicas acuáticas desarrollan y mantienen las potencialidades físicas y orgánicas. La hidrogimnasia es una modalidad divertida, agradable, estimulante y eficaz. Puede ser practicada por personas de cualquier edad, con poco o ningún condicionamiento físico. Es indicada para mujeres embarazadas, personas con problemas de espalda y ancianos.
La hidrogimnasia además de no ser acompañada por dolores, sensación de agotamiento y transpiración, como sucede en ejercicios practicados en el suelo, propicia los mismos beneficios. Es un ejercicio que permite una disminución en el esfuerzo, y consecuentemente la tensión en las articulaciones.
Es una práctica que mejora los siguientes componentes niveles físicos: aeróbico; fuerza muscular; resistencia muscular; flexibilidad; constitución corporal.
Actualmente existen muchas variaciones de la hidrogimnasia, como ritmos, intensidades diferentes y adaptaciones de otras actividades para la pierna, como el jump-hidrosjump, el spinning-hidrobike o ciclismo acuático, el triatlón – con el circuito de bicicleta, jump e hidrogimnasia, entre muchas otras formas que pueden valerse del agua y sus efectos sobre el impacto de actividades deportivas.