Por la definición del químico sueco Svante August Arrhenius, base es cualquier sustancia que en solución acuosa, se somete a disociación iónica, liberando el anión OH− (hidróxido).
Pero, ¿qué sería la disociación iónica? Se relaciona con el comportamiento de las bases en presencia de agua. Como un ejemplo tomemos la soda cáustica (NaOH), una sustancia sólida que, en contacto con el agua, libera los iones Na + y OH- que se disuelven debido a la atracción por la negativa y polos positivos de la molécula H2O. Así, las bases son sustancias compuestas por la combinación de un catión (generalmente un metal) con el anión OH-.
Una de las características de las bases es un sabor astringente que afecta a la boca provocando disminución de la saliva. Veamos otras características:
Cuando las bases disuelven en el agua, los hidróxidos tienen sus iones separados. El catión en General es un metal; el anión es el OH-.
Las bases también transfieren corrientes eléctricas cuando se disuelven en agua.
Las bases sufren reacción debido al contacto con ácidos, dando por resultado el NaCl (sal) y H2O (agua).
Algunos ejemplos de bases:
NaOH (hidróxido de sodio): utilizado en la fabricación de jabón procedente de aceites y grasas. Se conoce popularmente como soda cáustica.
Mg(OH)2 (hidróxido de magnesio): forma parte de la composición de la leche de magnesia que es utilizada como antiácido estomacal.
CA(OH)2 (hidróxido de calcio): utilizado en los edificios para preparar mortero, además de servir como cal, para pintura de casas.
NH4OH (hidróxido de amonio): es muy útil para la humanidad, pues a partir de él son producidos los fertilizantes agrícolas que aumentan al eficiencia en la producción de alimentos.