La cromatografía es un proceso físico-químico de separación de mezclas, más concretamente, de sólidos en una solución (mezcla homogénea de dos o más sustancias). Este proceso está basado en el hecho de que las sustancias presentes en la mezcla tienen composiciones y propiedades diferentes, por lo tanto, su interacción con las dos fases inmiscibles (fase estacionaria y fase móvil) será diferente también. Es decir, la velocidad con la cual un migra será superior y de la otra será inferior.
Estas dos fases mencionadas se caracterizan como sigue:
- Fase estacionaria: fase fija donde la sustancia que está siendo separada o identificada se fija en la superficie de otro material. Por ejemplo, un papel de filtro.
- Fase móvil: en esta fase las sustancias que queremos aislar son arrastradas por un solvente fluido, que puede ser líquido o gaseoso. Por ejemplo, vapor del alcohol etílico.
Ejemplo de separación de componentes presentes en tintas de pluma por cromatografía en papel
Puesto que es una técnica muy versátil y de gran aplicación, existen varios tipos de cromatografía, que se clasifican en cuatro maneras:
1. En cuanto al tipo de sistema cromográfico: en columna (cromatografía líquida, gaseoso y supercrítica) y en capa fina (centrífuga, en papel y capa delgada).
2. En cuanto al tipo de fase móvil: cromatografía gaseosa (CG), cromatografía gaseosa de alta resolución (CGAR), cromatografía líquida clásica (CLC), cromatografía líquida de alta eficiencia (CLAE) y cromatografía supercrítica (CSC).
3. En cuanto al tipo de fase estacionaria: líquida, sólida y químicamente ligadas.
4. De acuerdo con el modo de separación: por adsorción, partición, intercambio iónico y afinidad.
Este proceso es ampliamente utilizado en química para identificar sustancias orgánicas presentes en las plantas.
Equipo utilizado en el laboratorio para realizar la cromatografía líquida de alta resolución (HPLC)