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Conceptos filosóficos del ateísmo

Ateismo conceptos filosoficos

La más amplia demarcación de la lógica ateísta es entre el ateísmo práctico y el ateísmo teórico.

Ateísmo práctico

En el ateísmo práctico o pragmático, también conocido como apateísmo, individuos viven como si no existiesen dioses y explican los fenómenos naturales sin recurrir a la divinidad. La existencia de dioses no es necesariamente rechazada, pero puede ser designada como no pragmática o inútil; de acuerdo con este punto de vista los dioses no dan un propósito a la vida, ni influyen la vida cotidiana. Una forma de ateísmo práctico, con implicaciones para la comunidad científica, es el naturalismo metodológico – la adopción tácita o asunción del naturalismo filosófico en el método científico, aceptándolo o en él creyendo, totalmente o no.

El ateísmo práctico puede tomar varias formas:

  • Ausencia de motivación religiosa — la creencia en dioses no motivará la acción moral, la acción religiosa o cualquier otra forma de acción.
  • Exclusión activa del problema de los dioses y de la religión de la búsqueda intelectual y de acciones concretas.
  • Indiferencia — la ausencia de interés en los problemas de los dioses y la religión.
  • Desconocimiento del concepto de una deidad.

El ateísmo teórico

Argumentos ontológicos

Ateísmo teórico propone explícitamente los argumentos contra la existencia de dioses, respondiendo a los argumentos teístas comunes, tales como el argumento del diseño o Apuesta de Pascal. De hecho, el ateísmo teórico es principalmente una ontología, precisamente una ontología física.

Argumentos epistemológicos

El ateísmo epistemológico sostiene que las personas no pueden conocer a un Dios o determinar la existencia de un Dios. La fundación del ateísmo epistemológico es el agnosticismo, que tiene una variedad de formas. En la filosofía de la inmanencia, la divinidad es inseparable del mundo, incluyendo la mente de una persona y la conciencia de cada persona está bloqueada en el sujeto. Según esta forma de agnosticismo, esta limitación de la perspectiva impide cualquier inferencia objetiva, desde la inferencia de un dios a las afirmaciones de su existencia. El agnosticismo racionalista de Kant y de la Ilustración solamente acepta el conocimiento deducido con la racionalidad humana. Esta forma de ateísmo afirma que los dioses no son perceptibles como una cuestión de principio y, por tanto, su existencia no puede ser conocida. El escepticismo, basado en las ideas de Hume, afirma que la certeza sobre cualquier cosa es imposible, por eso nunca se puede saber de la existencia de un dios. La inclusión del agnosticismo en el ateísmo es disputada: también puede ser considerada como una visión básica del mundo independiente.

Otros argumentos para el ateísmo que pueden clasificarse como epistemológico u ontológicos, incluyen el positivismo lógico y el gnosticismo, que afirman la insignificancia o ininteligibilidad de términos y frases básicas tales como ‘Dios’ y ‘Dios es todo poderoso’. El no cognitivismo teológico afirma que la declaración ‘Dios existe’ no expresa una proposición, siendo antes absurda o cognitivamente sin sentido. Ha sido argumentado en ambos los sentidos sobre si tales individuos pueden ser clasificados en alguna forma de ateísmo o agnosticismo. Los filósofos A. J. Ayer y el filósofo norteamericano Theodore M. Drange rechazan ambas categorías, afirmando que ambos campos aceptan la frase ‘Dios existe’ como una proposición; ellos, al contrario, clasifican el no cognitivismo en una categoría propia.

Argumentos metafísicos

El ateísmo metafísico incluye todas las doctrinas ligadas al monismo metafísico (la homogeneidad de la realidad). El ateísmo metafísico puede ser: a) absoluto – una negación explícita de la existencia de Dios asociada con el monismo materialista (todas las tendencias materialistas, tanto en tiempos antiguos como modernos); b) relativo – la negación implícita de Dios en todas las filosofías que, a pesar de aceptar la existencia de un absoluto, conciben el absoluto como no poseyendo uno de los atributos propios de Dios: trascendencia, un carácter o unidad personal. El ateísmo relativo se asocia con el mismo idealista (panteísmo, panenteísmo, deísmo).

Argumentos lógicos

Epicuro se acredita con ser el primero en exponer el problema del mal. David Hume en sus Diálogos sobre Religión Natural (1779) cita a Epicuro al afirmar el argumento como una serie de preguntas: ‘¿[Dios] quiere prevenir el mal pero no puede? Entonces él es impotente. ¿Él es capaz pero no está dispuesto? Entonces él es malévolo. ¿Él es capaz y está dispuesto? Entonces, ¿por qué existe el mal?’.

El ateísmo lógico sostiene que las diversas concepciones de dioses, como el dios personal del cristianismo, son atribuidas cualidades lógicamente inconsistentes. Los ateos presentan argumentos deductivos contra la existencia de Dios que afirman la incompatibilidad entre ciertos rasgos, como la perfección, estatuto de creador, inmutabilidad, omnisciencia, omnipresencia, omnipotencia, omnibenevolencia, trascendencia, personalidad (un ser personal), no físico, justicia y misericordia.

Los ateos teodiceanos consideran que el mundo como lo experimentan no puede ser conciliado con las cualidades normalmente atribuidas a Dios y a los dioses por los teólogos. Ellos argumentan que un Dios omnisciente, omnipotente y omnibenevolente no es compatible con un mundo donde existe el mal y el sufrimiento, y donde amor divino está escondido de muchas personas. U argumento similar es atribuido a Siddhartha Gautama (Buda Gautama), el fundador del budismo.

Reducción de la importancia de la religión

Los filósofos tales como Ludwig Feuerbach y Sigmund Freud sostuvieron que Dios y otras creencias religiosas son invenciones humanas, creadas para satisfacer diversas necesidades psicológicas y emocionales. Esta también es un punto de vista válido para muchos budistas. Karl Marx y Friedrich Engels, influidos por la obra de Feuerbach, argumentaron que la creencia en Dios y la religión son funciones sociales, utilizadas por aquellos en el poder para oprimir a la clase obrera. Según Mijaíl Bakunin, ‘la idea de Dios implica la abdicación de la razón humana y la justicia; es la negación más decisiva de la libertad humana y termina necesariamente en la esclavitud de la humanidad, en la teoría y en la práctica’. Él invirtió el famoso aforismo de Voltaire de que si Dios no existiese, sería necesario inventarlo, escribiendo que: ‘Si Dios realmente existiese, sería necesario abolirlo’.

Alternativos

El ateísmo axiológico o constructivo, rechaza la existencia de dioses a favor de un ‘absoluto mayor’, como la humanidad. Esta forma de ateísmo favorece la humanidad como fuente absoluta de ética y valores y permite a los individuos resolver problemas morales, sin tener que recurrir a Dios. Marx y Freud han usado este argumento para transmitir mensajes de liberación, de desarrollo integral y de felicidad sin restricciones.

Una de las críticas más comunes del ateísmo ha sido la tesis contraria: que negar la existencia de un Dios conduce al relativismo moral, dejando el individual sin fundamento moral o ético o haciendo de su vida insignificante y miserable. Blaise Pascal discutió este punto de vista en sus Pensées.

El existencialismo ateo

El filósofo francés Jean-Paul Sartre se identificó como representante de un existencialismo ateo, menos preocupados por negar la existencia de Dios al establecer que el ‘hombre necesita encontrarse nuevamente y entender que nada puede salvarlo de sí mismo, ni siquiera una prueba válida de la existencia de Dios’. Sartre dice que un corolario de su ateísmo era que ‘si Dios no existe, hay por lo menos un ser en el cual la existencia preceda a la esencia, un ser que existe antes que él pueda ser definido por cualquier concepto y este ser es el hombre’. La consecuencia práctica de ese ateísmo fue descrita por Sartre en el sentido de que no hay reglas a priori o valores absolutos que puedan ser invocados para gobernar la conducta humana y que los humanos están ‘condenados’ a inventar estos por sí mismos, haciendo al ‘hombre’ absolutamente responsable de todos sus actos.

El erudito Rhiannon Goldthorpe sugirió que algunos de los escritos de Sartre estaban permeados por un ‘ateísmo cristiano’ en el cual creencias antiguas todavía alimentan la imaginación y la sensibilidad del escéptico más radical. El académico Priest Stephen describe la perspectiva de Sartre como ‘una metafísica ateísta’. El traductor de Sartre, Hazel Barnes escribió: ‘El Dios que él rechaza no es un poder vago, un X desconocido que explicaría el origen del universo, ni tan poco es un ideal o un mito para simbolizar la búsqueda del hombre por el Bien. Es específicamente el Dios de los Escolásticos o, por l menos, cualquier idea de Dios como un Creador específico, todopoderoso, absoluto y existente.

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