Si las sorpresas son buenas, preparar ciertos momentos de nuestra vida puede ser mejor. Hoy en día tenemos conocimientos suficientes para poder planear debidamente la familia que deseamos tener. Uno de los objetivos de la planificación familiar es que la mujer pueda prepararse debidamente para los meses de embarazo que, aunque siendo natural, implica diversas alteraciones fisiológicas.
Es muy importante que, antes de quedar embarazada, la mujer tenga un buen estado general, incluyendo nutrición, puesto que es un condicionante de una tasa de éxito de embarazo completo. En el momento de quedar embarazada es deseable que la futura mamá tenga su peso cercano al correcto para que no haya necesidad de hacer correcciones durante el periodo de gestación, una vez que tal situación puede influir en el desarrollo natural de embrión. Debe también tener una alimentación saludable, libre del consumo de café, té, sal y bebidas alcohólicas, así como de otros tóxicos como el tabaco y ciertos medicamentos.
Durante el período de embarazo debe producirse un aumento en el peso, de unos 10 a 12 kilos, dependiendo del biotopo de la mujer – se cree ser esta la variación ideal para determinar el peso del bebé al nacer, próximo de los 3,65 kilogramos y para un parto con menor riesgo.
¿Cómo distribuir y conseguir a lo largo de la gestación el aumento de peso necesario?
Es naturalmente desigual el nivel de desarrollo del nuevo ser a lo largo de los meses y, por eso, las necesidades alimentarias de la madre también lo son. Así:
En el primer trimestre, el aumento de peso debe ser de 1 a 2 kg, logrado a expensas de la ingestión de leche o sus equivalentes, de verduras y frutas ricas en vitamina C.
En el segundo y tercer trimestre: la variación de la ganancia de peso debe ser sustancialmente de 4 a 5 kg en la vigésima semana, 8 a 9 kg en la semana treinta y el resto al final del tiempo de gestación. Durante este período y el nivel de comida debe aumentar el consumo de carne o pescado, pan o sus equivalentes, de frutas y verduras.
Durante el embarazo, es importante el consumo de huevos y el hígado, aunque de manera controlada debido a su contenido de colesterol alto. La mantequilla deberá ser sin sal, aceite de grasas y aceite de oliva – deben utilizarse en crudo, o nunca calentados a más de 100º, y debemos ser cuidadosos en el consumo de mucha agua necesaria.
Como puede verse, el aumento calórico necesario para aumento de peso se realiza a través de un mayor consumo de alimentos más nobles, como leche, productos de frutas, verduras y harina y no alimentos con grasas o dulces.
El nuevo ser que se desarrolla dentro de la mujer es expoliativo, es decir, retira de la madre todo lo que necesita sin conocimiento de si hace o no falta que lo alimenta. Por eso, es fundamental que la gestante tenga la cantidad necesaria de los diferentes principios nutritivos. Para un seguimiento acertado e individualizado a nivel nutritivo se recomienda acudir a un especialista.
