El papel del arte en la sociedad africana

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Relicario de los kota arte africano

Los múltiples papeles cumplidos por el arte en las comunidades africanas son tan variados como sus formas de mecenazgo. Entre ellos se incluyen el social, político, económico, histórico y terapéutico.

1. Papel social

Una de las funciones más destacadas del arte africano arraiga en la discriminación social.

Una de las funciones más destacadas del arte africano arraiga en la discriminación social. Según ello, las mujeres suelen representarse como madres, en términos generales amamantando o acunando a su hijo. Los hombres, en cambio, suelen aparecer bien como ancianos, los jefes convencionales de la comunidad, bien como guerreros montando a caballo o pertrechados para el combate. Los asuntos sociales destacan, de igual forma, en numerosas representaciones de máscaras. En estas representaciones las características humanas y animales, personificadas por seres humanos debidamente vestidos y enmascarados, adoptan una gran diversidad de papeles para ejemplificar con ellos las formar apropiadas e incorrectas de la conducta social.

En las representaciones de los ijo y de los ibo, al sur de Nigeria, se han encontrado diversos modelos de conducta antisocial, como, por ejemplo, el avaro, el codicioso, la prostituta, el médico incompetente y el abogado sin escrúpulos. En las representaciones egungun de la inquilina tribu yoruba, el chismoso, el glotón y el extraño amaneramiento de los extranjeros forman parte destacada dentro de los modelos sociales negativos.

2. Papel político

El arte africano desempeña igualmente un destacado papel dentro del poder político. Entre los dam (Liberia), kota (Gabón), pende (Zaire) y otros pueblos, la gente lleva máscaras imitando a jueces y policías. Las máscaras de los kwele gon de Gabón son ejemplos específicamente buenos de este tipo de representaciones de la comunidad oficial. Gracias a su anonimato y sus poderes especiales, estas figuras enmascaradas de los gon tienen poder para romper los códigos y prohibiciones sociales establecidas como medio para redistribuir la comida y los animales en fases de gran exigüidad dentro de la comunidad tribal. Un modo diferente de control social es el desarrollado por ciertas figuras y motivos arquitectónicos en específicas zonas de África. Las figuras relicario de los kota, sogo y fang de Gabón, por ejemplo, se usan como imágenes defensoras para custodiar las ancestrales reliquias sagradas de la tribu de posibles robos o daños. En el mismo sentido, los dogones de Malí y los senufo de Costa de Marfil tienen puertas minuciosamente talladas que, conforme la convicción popular, protegían los objetos sagrados y los suministros de comida de la comunidad.

3. Papel económico

El arte cumplió igualmente un destacado papel en la economía africana. Los bambara de Malí llevan a las cultos y ritos de cultivo y cosecha de los campos refinados tocados de antílope de madera representando a Chi Wara. Chi Wara, mítico autor de la agricultura para los bambara, aseguran que se sepultó él mismo bajo tierra como un acto de autosacrificio. La danza de las máscaras Chi Wara sobre los campos agrícolas (la sepultura de Chi Wara) sirve al mismo tiempo para honrarle y para recordar a los jóvenes granjeros bambara el duro sacrificio que ellos deben hacer cada año. Entre los senufo de Costa de Marfil se usan figuras delicadamente talladas con el mismo fin de alentar a los agricultores en su difícil labor. En este caso, estacas daleu con imágenes de pájaros o figuras femeninas se robustecen en la tierra al final de cada hilera de plantas cultivadas. Estos postes actúan a modo de metas, marcadores y trofeos en las competiciones agrícolas.

4. Papel histórico

En otra dimensión, el arte africano actúa como referencia o registro visual de destacadas personajes o sucesos del pasado. De este modo, los dogones de Malí han grabado numerosas imágenes de sus legendarios antepasados, los nommo, que descendieron del cielo al comienzo de los tiempos. Estas figuras nommo (algunas de las cuales alzan sus manos hacia el cielo indicando su lugar de origen) han brotado sobre puertas de graneros, en pinturas en el interior de las cuevas y en edificios sagrados.

En el fuerte reino de Benín, en Nigeria, se realizaron igualmente laboriosas planchas en relieve vaciadas en bronce (sistema de la cera perdida) representando a personajes y sucesos del pasado, con escenas de batallas, encuentros con dignatarios extranjeros, procesiones cortesanas, nobles con sus ropas de ceremonia, cultos religiosas y músicos.

5. Papel terapéutico

Las terapias convencionales africanas han tenido igualmente formas especiales de representación artística. La adivinación, modo de determinar los conflictos y su posible determinación, fue específicamente destacada a la hora de elaborar objetos artísticos. Los adivinos o brujos yoruba (Nigeria) e ifa, por ejemplo, utilizaron mesas de adivinación laboriosamente esculpidas, cuencos y otros útiles como parte fundamental de sus rituales. De igual modo, los baulé de Costa de Marfil emplearon igualmente para sus oráculos recipientes y cacharros cuidadosamente labrados. Entre los kongo de Zaire, los fetiches de madera (atravesados por agujas y clavos de hierro) se juzgaban imbuidos de poder para espantar los peligros.