Expresionismo

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la danza de la vida munch

El común denominador de todos los artistas de finales del siglo XIX fue una menor desasosiego por el realismo y por la aproximación devoto a la naturaleza, y un mayor interés por las pretensiones expresivas. En el cambio de siglo su obra inició a vencer aceptación. Entretanto, la próxima descendencia de pintores usó incluso mayores distorsiones de línea, color y espacio pictórico.

Los artistas, tanto en Francia como en Alemania, compartieron el interés por el arte de los pueblos antiguos. Ello había motivado las estancias de Gauguin en Bretaña y las islas polinesias de Tahití y Dominica; Vlaminck aseguraba ser uno de los primeros artistas europeos en conocer la escultura africana. En Alemania, un conjunto de jóvenes artistas conocido como Die Brücke (El puente) visitaban regularmente el Museo Etnológico de Dresde y, como los fauvistas, se enatribuiron en la energía y la fortaleza del arte indígena. Entre sus miembros destacan Ernst Ludwig Kirchner, Erich Heckel, Karl Schmidt-Rottluff y Emil Nolde. Conocidos igualmente como los expresionistas alemanes, realizaron un estilo simplificador, que compartía algunas premisas con el fauvismo sin embargo con los añadidos de la crítica a la burguesía del Angst o miedo existencial. Un segundo conjunto de artistas, Der Blaue Reiter (El jinete azul), apareció en Munich en 1911 con los pintores Wassily Kandinsky (un emigrante ruso) y Franz Marc. Igualmente inspirados por el arte primitivo, el fauvismo y el arte popular, su expresionismo perdió el contenido figurativo y evolucionó hacia la pintura abstracta.

Munch y el expresionismo

El cuadro de Munch titulado La danza de la vida (1899-1900, Nasjonalgalleriet, Oslo) se expuso por primera ocasión en Berlín en 1902 como parte del llamado Friso de la vida, un agrupación de 22 obras desarrolladas durante los diez años previos cuyo tema conductor era la existencia humana. Acabado en 1900, el lienzo, como todas las obras de Munch, evidencia el desasosiego del hombre coetáneo ante la angustia de rerelacionarse incapaz de manejar su propia vida. Fuerzas invencibles dominan la existencia humana, empujada en una danza en la que al hombre todo le viene dado, y después quitada sin oportunidad de elección. Este es el mensaje transmitido por el expresionismo, que deforma las caras, transforma las formas y acentúa los gestos de los personajes.