El Lazarillo de Tormes (Análisis)
El Lazarillo de Tormes es una novela picaresca que consta de siete tratados. El protagonista es el Lazarillo de Tormes, que es un niño pobre, huérfano y de condición humilde. Su vida es impulsada por el hambre.
Durante los capítulos, alterna a sus diferentes maestros, pero tiene algunos más notables que otros. El ciego, que, aunque miserable, da a Lazarillo sus primeras lecciones de vida y el escudero concede a éste ternura y respeto. En total, son nueve maestros.
Su objetivo es el ascenso social y a medida que se desarrolla la historia vemos que su vida va cambiando, finalmente de manera favorable después de una vida miserable. En su último tratado él obtiene un trabajo estable y se casa.
Esta novela está escrita en forma de carta, como si fuese contada por el propio personaje. El autor es anónimo, aunque se especulan diversas autorías, todavía hoy fuente de grandes discusiones literarias.
A pesar del enorme éxito alcanzado en su país de origen, principalmente por su carácter iconoclasta, de denuncia de la hipocresía y otros males sociales, el Lazarillo de Tormes se incluyó, en 1559, en el Índice de Libros Prohibidos (Index librorum prohibitorum), lista formada por la Iglesia Católica para prevenir de los males literarios que pudieran comprometer la fe cristiana.
El hecho, sin embargo, no impidió que su propagación creciera en absoluto, ya que exactamente por esta razón comenzaría a llegar a España varias otras ediciones impresas en el extranjero, así como varias traducciones que han salido a la luz desde los primeros años. Su liberación completa sería sólo en 1834.
Asignada la autoría inicialmente a Diego Hurtado de Mendoza (1503-1580), por lo menos otros siete nombres fueron mencionados como autores de la novela, entre los que destaca Sebastián de Horozco (1510-1580). Más modernamente parece prevalecer una aceptación del carácter anónimo del texto del Lazarillo, aprovechada por el hecho de que, por la verosimilitud de la obra, tendría sentido que otro nombre tomase el papel de autor.
Esta novela constituye un ejemplo clave para el género de la picaresca. El carácter de la obra la sitúa en el marco de la novela moderna. La narrativa presenta la figura del héroe adulto, un príncipe, un caballero, un refinado señor consagrado a la actividad pastoril, entre otros, con personajes previamente fijados desde el inicio, sin que las peripecias y aventuras por él vividas pudiesen operar transformaciones sustanciales en su trayectoria individual.
En la obra en cuestión, la vida del personaje es presentada en constante cambio, desarrollándose durante todo el proceso creativo de manera transformadora. Es en esa situación que aparece el Lazarillo caracterizando, por primera vez en la historia literaria, a un protagonista pobre y miserable. La sucesión de los acontecimientos por él vividos entre un capítulo y otro es lo que nos da la clave para el entendimiento de su vida, el porqué de su caída en deshonra y lo que nos anticipa, también, una característica presente en la novela moderna.
El sentido innovador de la obra en términos de modo narrativo es lo que parece ser verdaderamente relevante para la historia de la literatura, puesto que “el texto anónimo abre el camino para la novela. Incluso con la adopción de elementos formales característicos de autobiografías confesionales, el texto del Lazarillo supera el modelo de la carta, al inscribirse en la ficción, establece un tercer género: la novela. La narrativa documental es además un sentido de la parodia de los libros de caballerías, eliminando al narrador omnisciente y reemplazándolo por el narrador-protagonista. Esto ya no es el modelo del héroe, sino de antihéroe. Crea el lector moderno, decodificador de textos que envuelve sentidos abiertos, adopta a propósito el estilo grosero que la hace representativa del género picaresco, y establece el realismo en esa nueva ficción donde el texto es la expresión del hombre existiendo en lo que sucede.
El Lazarillo se presenta antiheroico, a la luz de los héroes modelos presentes en las historias de caballerías. Al contrario de ellos, se esmera en un extremado y no siempre verosímil ejercicio de virtudes proyectadas más allá de sí mismo y colocan en riesgo la propia existencia. El Lazarillo de Tormes aparece como la negación de ese heroísmo, no porque carezca de tales virtudes, sino también porque todos sus hechos se oponen a un valor fundamental de la sociedad de su época: la honra personal. Esto derrumba los mitos de la heroicidad justamente en la denuncia del vacío en que apoya la sociedad que rinde culto a ese mito.
El Lazarillo y la novela picaresca
Pícaro, en su sentido más amplio, adjetivaría todo tipo de supervivencia personal, haciendo un indiscriminado uso de la creatividad, astucia y malicia, ultrapasando sus artimañas al borde de la delincuencia vulgar. Sin oficio conocido ni conciencia moral, entre sus actividades entrarían mendigar y robar, aunque también puede encontrarse en la situación de víctima de sus propios ardiles.
El estilo de la obra
El Lazarillo expresa el ideal de la simplicidad expresiva comprobado en muchos escritores del Renacimiento. Tanto en el aspecto narrativo como descriptivo no presenta artificios: lo que le importa es la precisión del lenguaje adaptado a la pobre materia que trata. No podría ser de otro modo, pues el auto presta a su pena un inculto pregón, que jamás fue a la escuela: para que la ficción tuviera realismo, era necesario que el Lazarillo de Tormes escribiese como tal, en un estilo natural, sin esmeros estéticos ni primores. Los diálogos son escasos, aunque prevalece en el texto un tono coloquial. Hay una sucesión espontánea de frases, como si no hubieran sido planeadas, y los párrafos se alargan, con incisos que recuerdan que recuerdo y necesidad de ser claros van guiando a Lázaro a contar su historia.
Las indicaciones literarias deben ser consideradas auxiliares y complementarias para facilitar la comprensión del autor y su trabajo. Para un mayor entendimiento se recomienda una lectura completa de la obra. Vea más resúmenes, críticas y análisis en el listado de resúmenes.
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