Las arenas movedizas son un fenómeno natural que se forma a partir de un gran caudal de agua rellenando espacios existentes sobre finas partículas de arena que se encuentran sueltas. Esa unión hace que la arena se vuelva móvil como un líquido y por su movimiento recibe el nombre de movedizas.
Este fenómeno ocurre generalmente en las orillas de los ríos, lagos, playas, marismas y en regiones cercanas a las fuentes subterráneas. Aunque se presentan en mayor número en las regiones mencionadas, las arenas movedizas pueden formarse y surgir en cualquier lugar donde exista agua y arena capaces de unirse.
Equivocadamente a como vemos en la cultura popular – cine, series de animación, cómics –que basta sujetarse a algún objeto como una rama firme para escapar de la arena movediza, este modo de salvación no es correcto. El peso de una persona que está en las arenas movedizas es equivalente al peso de un coche de tamaño mediano, es decir, es muy difícil de retirar a una persona de la arena. Si se da el caso de un individuo que comienza a hundirse en la arena es importante no moverse, pues el movimiento hace que la arena tenga un comportamiento de líquido y hace que el individuo se ahogue todavía más, por tanto se debe permanecer inmóvil para que el cuerpo sumergido consiga fluctuar.
La fluctuación del cuerpo ocurre porque la densidad es menor que la densidad de la arena. De esta manera, es suficiente que el individuo tenga paciencia para esperar el tiempo de fluctuar, ya que cada pozo de arena movediza posee una relación diferente entre agua y arena, presentando así mayor facilidad para fluctuar o no. Son raros los fenómenos hondos, sin embargo, si alguien cayera en una arena movediza de este tipo basta seguir la instrucción anteriormente citada.