Bartolomé de Las Casas

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Bartolomé de Las Casas
Bartolomé de Las Casas (1474 – 1566). Fraile dominicano español nacido en Sevilla, fue el primer sacerdote ordenado en América y conocido por sus denuncias contra los conquistadores en relación con los abusos cometidos contra los pueblos indígenas del nuevo mundo. De una modesta familia de comerciantes, su interés humanista surgió cuando, después de adoctrinar a los indios que sirvieron en la propiedad por él dirigida a Cuba, optó por la vida eclesiástica.

Aunque participó en la ocupación de la isla, pronto decidió luchar contra las atrocidades cometidas contra los españoles nativos y se atrevió a desafiar el poder de los conquistadores, viajando a España (1515), para denunciarlos. Encargado de estudiar el problema, volvió a América (1517) y obtuvo autorización del emperador Carlos V para fundar una comunidad indígena española, la base de una civilización más fraternal. La Colonia, en Cumaná, actual Venezuela, fracasó debido a la falta de colonos, la oposición de los españoles y los ataques de los nativos.

Tras el fracaso, ingresó en la orden dominicana (1523) y escribió su Historia apologética, preámbulo de otro posterior trabajo aún más famoso, Historia de las Indias. Denunció a personas e instituciones ante el Consejo de las Indias y viajó hasta el Golfo de Dulce, actual Costa Rica, donde fundó una comunidad indígena según sus estándares de evangelización. De vuelta a España (1540), consiguió que Carlos V realizase la promulgación de leyes por las cuales los indios recuperarían la libertad después de una generación de servidumbre en las propiedades de los españoles.

Nombrado obispo de Chiapas, en la Capitanía General de Guatemala, prohibió, en Avisos y reglas para confesores de españoles, que los sacerdotes dieran la absolución a los terratenientes españoles. Las protestas lo obligaron a regresar a España (1547), donde mantuvo la célebre polémica con el erudito Juan Ginés de Sepúlveda, quien abogó por la esclavitud de los nativos americanos y permaneció allí hasta su muerte en el convento de nuestra señora de Atocha, en Madrid.

Además de Historia de las Indias (1562), que vaticinó la destrucción de España como castigo por las atrocidades que los colonos europeos practicaron contra el pueblo dominado, también sobresalen De unico vocationis modo (1537) y Brevísima relación de la destrucción de las Indias (1542).

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