La nomenclatura es la asignación de nombres (nombre científico) a organismos y a las categorías en que se clasifican.
El nombre científico es aceptado en todos los idiomas, y cada nombre se aplica sólo a una especie.
Hay dos organizaciones internacionales que determinan las reglas de nomenclatura, uno para la zoología y otro para la botánica. Según las reglas, el primer nombre publicado (a partir del trabajo de Carlos Linneo) es el correcto, a menos que la especie reclasificada, por ejemplo, en otro género. La reclasificación ha ocurrido con cierta frecuencia desde el siglo XX. El Código Internacional de Nomenclatura Zoológica afirma que en este caso se mantiene la referencia a quien primero describió la especie, con el año de la decisión entre paréntesis y no incluye el nombre de quien reclasificó. Esta norma internacional sucede, entre otros motivos, por ser un abordaje genético de la taxonomía, sujeto a la revisión debido a investigaciones científicas, o simplemente la definición de nuevos parámetros para la delimitación de un taxón, que pueden ser morfológicos, ecológicos, comportamentales, etc.
El actual sistema identifica cada especie con dos nombres latinos: el primero, en mayúsculas, es el género, el segundo, en minúsculas, es el epíteto específico. Los dos nombres juntos forman el nombre de la especie. Los nombres científicos pueden provenir del nombre del científico que describió la especie, un nombre popular para su designación, una característica específica, el lugar donde se encuentra, y otros. Por convención internacional, el nombre del género y de la especie es impreso en cursiva o negrita. Subespecies tienen un nombre compuesto por tres palabras.
Nomenclatura popular
El nombramiento de los seres vivos que conforman la biodiversidad constituye un paso en la clasificación de puestos. Muchos seres vivos han sido bautizados por la población con nombres denominados populares o vulgares a través de la comunidad científica.
Estos nombres se pueden designar un rango muy amplio de organismos, incluyendo, algunas veces, hasta grupos no aparentados. En contrapartida, animales de una misma especie pueden recibir varios nombres, como sucede con el jaguar, cuyo nombre científico es Panthera onca.
Así se comprende la necesidad de una nomenclatura estándar adoptada a nivel internacional, para facilitar la comunicación de varios profesionales tales como médicos, zoólogos, botánicos y todos aquellos que estudian los seres vivos.
Reglas de la nomenclatura científica
Las reglas principales son:
- 1) Desde el naturalista Linneo, la denominación científica de la especie es siempre binomial, es decir, compuesto de dos nombres, el primero es el género y el segundo la especie.
- 2) Aunque las especies de un género son parientes (evolutivamente) y similar a veces, el primer nombre no es la familia. La familia es una categoría más grande, que generalmente abarca muchos géneros.
- 3) Incluso si una especie tiene decenas de nombres populares, tendrá un solo nombre científico como identidad.
- 4) El nombre de la especie se utiliza a nivel internacional, sin importar el idioma del texto que cita.
- 5) Todos los nombres son en latín o latinizados (lengua muerta ya que no está sujeto a cambios en la ortografía) y por lo tanto ningún nombre científico debe ser acentuado.
- 6) Se debe escribir el nombre científico con destaque, por eso se utiliza el tipo cursiva.
- 7) Cuando se usa solo, el nombre del género se refiere a todas las especies incluidas en él (p. ej. se escribe Acer para referirse a todas las especies descritas para el género).
- 8) Para referirse a una especie en particular, el nombre de la especie es siempre precedido por el nombre de género (p. ej. Acer palmatum).
- 9) El nombre del género se debe escribir con mayúscula y el de la especie en minúscula de modo que sería incorrecto escribir ‘acer palmatum’ o ‘Acer Palmatum’.
- 10) Cuando ya fue citado, el nombre del género puede ser abreviado (p. ej. A. palmatum) pero no omitido.
- 11) Una especie puede tener variedades o subespecies (A. palmatum atropurpureum).
- 12) El nombre de la especie no se puede omitir o ser acortado (p. ej. no se puede escribir A. p. atropurpureum).
- 13) a menudo aparece escrita Eugenia sp., lo que indica que la especie pertenece a este género, pero sin indicar cuáles son las especies. Esto puede suceder debido a que no se ha buscado la información existente sobre la especie o porque es una nueva especie aún no descrita.
- 14) Una vez asignado un nombre de especie no puede ser eliminado, permaneciendo como sinónimo. A menudo, después de estudios adicionales se ha demostrado que una especie que pertenece a otro género. Antiguo y nuevo coexisten como sinónimos.
- 15) La primera nomenclatura de un género o especie tiene prioridad. Si por error un nuevo nombre fue atribuido, al ser percibido el error, el nombre antiguo tendrá preferencia de uso.
- 16) Al igual que cualquier regla, la anterior también tiene excepción. Existen nombres que son establecidos por costumbre y que son diferenciados del nombre científicamente correcto.
- 17) A veces, algunas letras aparecen entre los nombres. Se trata de símbolos usados internacionalmente, como por ejemplo ‘cf’ indica que el nombre de la especie necesita ser confirmado y ‘var’ es abreviatura de ‘variedad’.