Los artrópodos agrupan más de 800.000 especies, una cantidad que supera todos los filos combinados. Son adaptables a diferentes ambientes, tienen una gran capacidad de reproducción y son eficientes en sus funciones naturales. En el caso de las abejas, las hormigas y las termitas, existe una organización social perfecta.
Los artrópodos son invertebrados que tienen patas articuladas, tiene una capa protectora externa, que es su esqueleto. Al crecer, abandonan el esqueleto viejo y pequeño para fabricar otro nuevo y mayor. Este fenómeno sucede varias veces para que el animal pueda llegar a la fase adulta.
Los artrópodos, sin embargo, no sólo tienen patas articuladas, sino también antenas y piezas bucales. Sus miembros inferiores son formados por partes que se articulan, es decir, que se mueven unas en relación a otras.
Concepto
Artrópodo significa pie articulado. Los animales pertenecientes al grupo de los artrópodos disponen de un número variable de patas articuladas para desplazarse. Esta es la razón por la cual son designados como artrópodos.
El cuerpo del artrópodo se divide en tres partes: la cabeza (donde están ojos y boca); el tórax (donde se encuentran las patas) y el abdomen (parte final del cuerpo, generalmente sin patas). Cada una de sus regiones está cubierta por un exoesqueleto (esqueleto externo, duro, rígido e impermeable). El exoesqueleto ayuda a proteger de agresiones externas y previene la deshidratación. Igualmente, cada parte se divide en un número de segmentos articulados que permiten el movimiento.
Madurez
El exoesqueleto es una estructura rígida que impide el crecimiento del animal. Por lo tanto, los artrópodos, en su desarrollo natural, se desprenden de su exoesqueleto anterior y los sustituyen secretando uno nuevo, adaptado a su mayor tamaño. Este proceso se llama muda o ecdisis. Así, estos animales alternan períodos de crecimiento, en los que forman el revestimiento del cuerpo, con períodos estacionarios en los que no debe haber crecimiento. La muda es un proceso regulado por las secreciones químicas de glándulas específicas.
Órganos sensitivos
En la región cefálica, los apéndices experimentaron grandes cambios debido a las funciones sensoriales que ejercen. En algunos grupos, también actúan como pinzas.
Los artrópodos tienen diferentes maneras de percibir el mundo a su alrededor. Una de sus formas es por medio de cientos de pelos sensitivos distribuidos por la superficie de sus cuerpos. Esos pelos poseen funciones táctiles y olfativas, además de conseguir percibir los cambios de temperatura.
Los artrópodos como las arañas, tienen pedipalpos, apéndices que son especiales para capturar y manipular a sus presas. Ya los insectos presentan antenas, que también disponen de funciones sensoriales.
Órganos de la visión
Tienen ojos simples o compuestos. Los ojos simples perciben la luz, pero no forma imagenes. Los ojos compuestos forman tantas imagenes como número de unidades la componen.
Los ojos simples u ocelos tienen una lente de quitina y, a través de ellos, los artrópodos pueden percibir los estímulos luminosos. Los ojos compuestos están constituidos por miles de ocelos (elementos visuales independientes), que forman una imagen total mediante la superposición de miles de imagenes.
Los ojos compuestos permiten a los artrópodos capturar el más mínimo movimiento que se produce a su alrededor y, por lo tanto, se puede anticipar las acciones de los depredadores potenciales.
Alimentación
Los artrópodos se dividen en: carnívoros, herbívoros y aquellos que se alimentan de materia en descomposición. Ellos cazan y comen su comida con la ayuda de los apéndices, que son diferentes para cada grupo de artrópodos. Las arañas tienen apéndices quelíceros, con las que inyectan el veneno para paralizar a sus presas. Los mosquitos tienen un dispositivo para morder y chupar sangre. Las mariposas tienen un cuerpo que se curva en forma de espiral, llamada espiritrompa, lo que les permite chupar el néctar de las flores.
Reproducción
Presentan una reproducción sexuada y sus sexos están separados en individuos diferentes. La fertilización de las células sexuales masculinas y femeninas por lo general sucede en el cuerpo de la hembra de los animales terrestres y en el agua en el caso de los animales acuáticos.
Los artrópodos colocan huevos, de los cuales surgen larvas. En estos casos, las larvas sufren transformaciones, pasando por una o varias fases antes de convertirse en individuos adultos. En otros casos, como ocurre en el de las arañas, no existen fases larvarias y el desarrollo es directo, sin ninguna transformación.
Arácnidos
Los arácnidos se distinguen de otros artrópodos por tener cabeza y tórax unidos en una sola pieza, el cefalotórax, con cuatro pares de patas unidas. En las arañas, el abdomen muestra una glándula que segrega la sustancia con la que construyen redes para atrapar a sus presas, generalmente insectos. Los escorpiones tienen un par de apéndices en la cabeza bien desarrollados que terminan en unas pinzas con las que capturan a sus presas.
El cuerpo de los arácnidos –como las arañas –es dividido en cefalotórax y abdomen. En el caso de los escorpiones, la última parte del cuerpo termina con una especie de post-abdomen que posee un aguijón donde hay una glándula productora de veneno que paraliza a las presas.
Miriápodos
Los miriápodos (como son genéricamente conocidos los grupos de quilópodos y diplópodos) tienen un cuerpo alargado con un gran número de segmentos. En cada segmento, presentan un par de patas en el caso de los quilópodos, o dos, en el caso de los diplópodos. Los representantes más conocidos del grupo son los ciempiés.
Cuando se ven acosados, algunos miriápodos, como los ciempiés, se rizan sobre sí mismos para protegerse. El ciempiés tiene el primer par de apéndices unido a una glándula productora de veneno, que utilizan para su defensa o para matar a sus presas.
Los milpiés son un grupo de artrópodos cuyo cuerpo no tiene regiones bien definidas, a excepción de la cabeza que es bien diferenciada.
Insectos
Los insectos son artrópodos con una gran diversidad de especies. Su cabeza tiene un par de antenas, el tórax tiene tres pares de patas y, generalmente, no tienen apéndices en el abdomen.
La mayoría de los insectos tienen dos pares de alas membranosas cubiertas de pelos o escamas. En algunos grupos, como los escarabajos, el primer par de alas se transforma en una capa dura. Dicha cubierta esconde el segundo par de asas, usado para el vuelo.
Entre las diversas participaciones e interacciones con el hombre, podemos mencionar:
- Transmisión de enfermedades a humanos, como la malaria o la enfermedad del sueño.
- Transmisión de enfermedades a animales domésticos o de granja, como vacas o caballos.
- Ataques contra plantaciones por orugas, hormigas, pulgones y otras plagas.
- Destrucción de casas y muebles por termitas.
- Producción de hilados de seda con el gusano de seda.
- Utilización en experimentos genéticos como la mosca de la fruta.
- Polinización de las plantas (entomofilia) por las abejas.
- Fabricación de miel por las abejas.