Aunque en la actualidad contamos con normativas, leyes y castigos estipulados, en la antigüedad tenían sistemas más rudimentarios y que evidentemente no eran neutros ni llegaban a dar un trato humano a la hora de decidir si una persona era inocente o que tipo de castigo debía aplicarse, siendo en algunos casos la mejor opción la propia muerte que la cárcel, por las condiciones en que se encontraban.
Cinco son las ejecuciones en este caso con más crueldad y de manera retorcida que aplicaban a los criminales, maleantes o morosos (si una persona no abonaba las deudas que le correspondía pasaba el tiempo en la cárcel hasta que fuera abonada, en caso de engaño o timo podían ser ejecutados perfectamente).
- En China una de sus maneras tradicionales para ejecutar a reos y maleantes era en el “Hervidero”, que no era más que una olla gigante donde ponían agua a hervir con el fin de cocinar a los condenados de manera literal y a fuego lento con agua o aceite.
- Los adúlteros o ladrones de Inglaterra, Bélgica o Japón – entre otros – podían verse sometidos a la evisceración, considerado uno de los más salvajes hasta la fecha y que consistía básicamente en arrancar todos y cada uno de los órganos del cuerpo a la persona viva.
- La aserradura era también considerado uno de los castigos más violentos, donde el condenado era colgado en posición vertical con la cabeza hacia abajo y completamente atado por las extremidades abiertas, en forma de estrella invertida. Dos personas eran las encargadas mediante la utilización de una sierra comenzar desde el centro de las nalgas hasta la cabeza; una técnica empleada en Roma y Asía desde el año 300 A.C.
- Llegando al final de la escala de ejecuciones más crueles esta la técnica de origen chino llamada “Ling Chi”, cuyo significado es semejante a “La lenta muerte”, una de las más dolorosas que consistía en coger a la persona y drogarla – para que resistiera el dolor – y comenzar a cortarla en pequeños trozos, colocándoselos delante para que viera como poco a poco iban descuartizándola y terminando finalmente por extraerle un órgano vital para acabar con su sufrimiento o decapitarle.
- Como punto final a las cinco ejecuciones más crueles está el desollamiento , sin duda la más cruel y brutal de todas pues consistía en despellejar a la víctima por completo aguantando un terrible sufrimiento hasta el final, exponiendo la piel en público para que los demás aprendieran la lección.
Sin duda alguna cinco de las ejecuciones más terribles de la historia, aplicadas desde tiempos inmemoriales y que a día de hoy no ningún país utiliza dichas prácticas.