Uno de los experimentos clásicos del inicio de la vida escolar es plantar una semilla de planta en un recipiente pequeño y ser testigo de su desarrollo. La elección de frijol no es sólo tradición. Los frijoles son una semilla muy asequible en todo el país, es parte de la comida tradicional y tiene un ciclo de vida rápido y corto, fácil de observar en el aula.
Sin embargo, para que los estudiantes aprendan el proceso de germinación, el ciclo de vida de las plantas y sus características morfológicas, apenas la observación no es suficiente. El papel del maestro es fomentar la construcción del pensamiento científico, proponiendo actividades que desarrollan las habilidades tales como la recopilación y comparación de los datos y la vinculación de las relaciones de causa y efecto.
Para tal finalidad podemos abordar el contenido de botánica mediante una conversación dirigida al alumnado buscando suscitar hipótesis sobre el nacimiento de las plantas. Los niños habitualmente conocen que la planta nace de una semilla, pero no conocen la germinación; muchos de ellos pueden creer que hay una planta pequeña dentro de la semilla esperando a salir; otros pueden señalar que algo mágico en la tierra la haría brotar – probablemente ese enfoque es una alusión popular a la historia de Jack y las habichuelas mágicas, cuento de hadas clásico atribuido a Hans Christian Andersen. Una buena forma de proceder es abrir las habas y, con la ayuda de una pequeña lupa, mostrar de su interior la pequeña estructura que daría origen a la planta, el embrión.
El embrión no es exactamente una miniatura de la planta, pero el razonamiento intuitivo de los niños no está lejos de la realidad. Es importante que el profesorado considere la hipótesis del alumno y profundice en el contenido para que el desarrollo su pensamiento científico, creando un conocimiento más integral.
Fig. 1. – Time-Lapse del crecimiento de una planta por Daniel Csobot
En la siguiente lección, los niños ponen sus manos en la masa. Por ejemplo, divididos en grupos de tres, plantan las semillas en vasos con tierra y se hacen responsables de regarlas. Después de cuatro días, es posible observar la germinación del frijol en el alféizar de la ventana. Como la flor es muy pequeña y puede ser interesante estudiar la reproducción vegetal, podemos acompañar el experimento con la plantación de lirios – que tienen una flor mayor, con estructuras más visibles.
Con la plantación de lirios es posible mostrar su bulbo y explicar que la semilla no es la única estructura encargada de originar una nueva planta. Observando que las características morfológicas del bulbo y de la semilla son diferentes, los alumnos profundizan sus conocimientos acerca de la reproducción de plantas.