Los métodos de pesquisa en antropología son tan variados como los diferentes asuntos de estudio.
1. Investigación arqueológica
Para los arqueólogos resulta básica establecer esquemas cronológicos a partir de los restos y fósiles que averiguan en sus excavaciones. Entre los modernos métodos de datación arqueológicos, la técnica del carbono radiactivo tal vez sea la más empleada. Este método se basa en que las plantas y los animales vivos contienen unas proporciones fijas de una diversidad radiactiva del carbono, denominada carbono 14, que se va degradando a ritmo perseverante hasta transformarse en carbono no radiactivo. La publicación de los restos del radiocarbono en madera carbonizada, restos de plantas, fibras de algodón, madera y otras sustancias, permite determinar con bastante precisión edades de hasta 60.000 y 70.000 años de antigüedad.
La edad de los antiguos yacimientos fósiles en África oriental, que datan de hace varios millones de años, se ha podido establecer con ayuda de otra potente herramienta radiológica: el método del potasio-argón —el potasio radiactivo, potasio 40, se degrada con grande tardanza para transformarse en argón 40.
Las secuencias temporales de los restos arqueológicos se indican aún de manera bastante primaria mediante la observación meticulosa de la estratigrafía, depósito secuencial de sustancias terrestres orgánicas y de restos de la actividad humana. Estos depósitos van creciendo poco a poco y cubren cada una de las fases previas de cualquier asentamiento humano. Las técnicas empleadas para determinar las secuencias estratigráficas incluyen el estudio del suelo, los estudios geológicos y el estudio de restos animales y vegetales, así como la laboriosa labor de unir restos de suelos, fosas de almacenamiento y demás construcciones.
2. Investigación social y cultural
En la antropología social y cultural, la pesquisa se ampara en la idea básica de la observación interviniente dentro del seno de una comunidad o método social. El antropólogo se introduce primero en la vida de la comunidad y, a través de los contactos y las observaciones cotidianas, es consentido por ella. Esta primera fase de la pesquisa de campo precisa semanas, incluso meses, especialmente si hay que aprender la lengua local. Los primeros etnógrafos obtenían los datos a partir de citas en profundidad con algunos informantes clave, personas expertas en la cultura y en el método social local. Estos datos se verificaban y cruzaban con los de otros informantes y con las observaciones directas del propio jornalero de campo.
Pero, la pesquisa de las diferentes sociedades y pueblos reclama hoy otras herramientas metodológicas. Las citas estructuradas (con muestreo) se usan de manera rutinaria para la obtención de una información; por ejemplo, el consumo de alimentos, el conducta sanitario, los recursos financieros, los movimientos migratorios laborales, el tiempo libre y otros aspectos. Para estudiar la conducta financiera hay que registrar con minuciosidad las transacciones en el mercado, las horas de trabajo, las capturas de peces y animales de caza, así como los rendimientos de las cosechas. Cuando se tratan de estudiar los aspectos de la individualidad se usan pruebas psicológicas. Igualmente se someten a estudio los posibles datos de los registros parroquiales, las escrituras locales, los reportes gubernamentales y otras fuentes escritas.
A medida que los datos son más complejos e intrincados, y se hace necesario el medicación rutinario de miles o incluso cientos de miles de fragmentos de información, los arqueólogos han recurrido a las computadoras y conjuntos informáticos para dibujar las secuencias temporales, las relaciones espaciales y demás esquemas. Las tendencias del cambio cultural, la interacción entre las actividades financieras y sociales, las interrelaciones étnicas y otros patrones complejos se comprueban hoy mediante avanzados métodos estadísticos.
Estos métodos técnicos y cuantitativos en la pesquisa no han reemplazado a los estilos convencionales de pesquisa de campo. Al contrario, las citas en profundidad a los informantes clave, así como el complejo estudio cualitativo de los métodos simbólicos, las cultos y otras prácticas culturales, constituyen aún una parte fundamental de la metodología holística (doctrina epistemológica que profundiza en el estudio de los elementos desde su totalidad).