La energía nuclear es la energía asociada a los cambios de la constitución del núcleo de un átomo, por ejemplo, cuando un núcleo alcanza el núcleo de un átomo de uranio 235, dividiéndolo, parte de la energía que unía los protones y los neutrones es liberada en forma de calor. Ese proceso es denominado de fisión nuclear.
La central nuclear es la instalación industrial propia usada para producir electricidad a partir de energía nuclear, que se caracteriza por el uso de materiales radioactivos que a través de una reacción nuclear producen calor. En esas centrales existe un alto grado de seguridad, debido a la materia prima radioactiva empleada.
El proceso de funcionamiento de una central nuclear se puede sintetizar como sigue: el reactor nuclear (pieza principal de la planta) usa la energía contenida en el interior del átomo para, simplemente, hervir el agua. Ese calor es empleado por un ciclo termodinámico para mover un alternador y producir energía eléctrica. Todo como funciona en una central a vapor movida a carbón o petróleo: vapor de agua girando una turbina que mueve un generador, produciendo así energía.
Las ventajas de la energía nuclear son, entre otras: no causa efecto estufa o lluvia ácida y, además, el combustible que acciona las centrales nucleares, en general, el uranio, es abundante y bastan algunos kilogramos para generar energía suficiente que abastezca a un edificio de cinco plantas. Al contrario de los combustibles fósiles usados en gran cantidad para generar energía y que emiten gases tóxicos.
En cuanto a sus desventajas, podemos señalar: la principal desventaja es la variedad de residuos radioactivos que las centrales nucleares producen. Ese residuo llamado de basura nuclear necesita ser almacenado cuidadosamente, pues ofrece grandes riesgos de contaminación durante centenas de años, los residuos nucleares deben ser aislados en depósitos impermeables.