A finales de la década de 1930, la física Lise Meither y los químicos Otto Han y Fritz Stranssmann, trabajaban en Berlín continuando el trabajo de Fermi y sus colaboradores. Ellos expusieron soluciones de sales de uranio a neutrones térmicos y descubrieron que algunos productos de esa interacción eran radioactivos.
En 1939, uno de los radionucleidos producidos de esa forma fue identificado siendo el bario (Ba).
Según los investigadores Meitner y Otto Frisch, un núcleo de uranio, después de absorber un neutrón térmico, se dividía con liberación de energía en dos fragmentos aproximadamente iguales, uno de ellos era el bario. Frisch lo llamó de fisión.
La fisión nuclear puede ser explicada por el modelo colectivo, que se basa en una analogía entre el núcleo y una gota de líquido cargada eléctricamente y dotada de cierta energía de excitación. Para que la fisión ocurra, los fragmentos deben vencer una barrera de potencial, parao eso es necesario que la energía de excitación Em sea del mismo orden que la altura de la barrera Eb.
Resumiendo: Para que el proceso de fisión nuclear libere grandes cantidades de energía es necesario que un evento de la fisión produzca otros eventos, haciendo el proceso de dispersarse por el combustible nuclear como el fuego en un pedazo de madera. El hecho de que dos o más neutrones sean liberados en cada evento de fisión es esencial para la ocurrencia de ese tipo de reacción en cadena, en el cual cada neutrón producido puede causar una nueva fisión que puede ser explosiva o controlada, es decir, es un proceso donde ocurre una ‘ruptura’ del núcleo de uranio, y en esta ruptura suceden diversas reacciones nucleares simultáneamente.