El tallo es el eje principal de soporte de la planta, y algunos tipos de tallos tienen adaptaciones y, así como las raíces, se clasifican según su forma y función. Así el tallo es una estructura muy importante para las plantas, porque, además de mantener el cuerpo de la planta, todavía conduce de la raíz de las hojas del vegetal, todas las sustancias necesarias para la supervivencia.
Existen varios tipos de tallo: tallos aéreos, tallos subterráneos, tallos acuáticos, entre otros. Todos ellos se clasifican según su forma y función como se ha mencionado. En este artículo vamos a hablar de los tallos aéreos y sus tres tipos: tallos de arrastre, tallos trepadores y tallos erectos.
Los tallos de rastreras se desarrollan extendiéndose por el suelo, fijándose a través de pequeñas raíces. Son finos y largos. Podemos ver ese tipo de tallo en la sandía, en el césped del jardín, en la fresa del huerto, etcétera.
Los tallos trepadores son finos y largos, y se desarrollan sobre algún soporte. Algunas plantas que poseen ese tipo de tallo se unen a los soportes a través de raíces, o entonces por medio de adaptaciones de la planta, llamadas de zarcillos. Ese tipo de tallo puede ser encontrado en la fruta de la pasión, jazmines, chayoteras…
Existen tres tipos principales de tallos erectos, que son: tronco, estípite y caña. El tallo aéreo del tipo tronco puede ser visto en grandes árboles. Esos tallos son muy desarrollados y generalmente son ramificados en la parte superior. El tallo estípite no posee ninguna ramificación, presentando solamente hojas en su parte superior; ese tallo es típico de plantas como las palmeras. Finalmente, el tallo típico de caña es muy semejante al estípite, lo que los diferencia son las divisiones en forma de brotes. Este último tipo de tallo puede ser visto en la caña de azúcar y el bambú.