Sostenibilidad constituye el concepto donde hombre y naturaleza tienen una relación armónica, donde ninguno de ellos sale perjudicado. Siendo así, el hombre puede explotar el ambiente sin degradarlo. La terminología fue elaborada por la Comisión Mundial sobre el Medio Ambiente y Desarrollo de la ONU. Sin embargo, su práctica es poco extendida, pues para la mayoría de países conciliar el desarrollo socioeconómico, bienestar social y empleabilidad con un uso responsable del medio ambiente resulta un hecho utópico.
Para la mayoría de potencias, la sostenibilidad de la relación hombre-naturaleza es meramente ilusoria frente a la necesidad consumista y capitalista del hombre y el modelo imperante a nivel mundial. Algunas empresas están buscando adecuarse al concepto de ecológicamente correctas, económicamente viables, socialmente justas y culturalmente aceptables. No obstante, para que ese concepto se vuelva más operacional debemos buscar establecer indicadores y hasta índices de sostenibilidad cuantificados y mesurables para diversas actividades, desde comportamientos personales, sociales y empresariales.
Resulta que desde el punto de vista de la física, ecología y economía, ninguna actividad humana es estrictamente sostenible. Para que sea viable, es necesario establecer leyes más firmes y puestas en vigor sobre las ya existentes. Además de un conocimiento global de lo que debe hacerse, de que la relación entre el hombre y la naturaleza debe ser lo más armoniosa posible. Conciliado al consejo de sostenibilidad se encuentra el modelo científico de la biosfera conocido como Hipótesis de Gaia, donde el planeta es un gran organismo, un ser vivo que actúa de forma sistémica.