En el pasado el papel de la Gran Muralla China fue esencialmente defensivo; en el presente, esta colosal construcción constituye un símbolo elemental de la cultura oriental y es una gran atracción turística mundial.
Los chinos construyeron muros para protegerse contra invasiones de los pueblos procedentes del norte. Las primeras construcciones surgieron antes de la unificación del imperio en el año 221 a.C. Al unirse a siete reinos en un país, el emperador Qin Shihuang (259-210 a.C. – Dinastía Chin) comenzó a unificar la muralla, aprovechando las numerosas fortificaciones construidas por reinos actuales. Con cerca de tres mil kilómetros en el tiempo, se amplió en las siguientes dinastías hasta la actualidad.
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