Los Estados Unidos en el cambio de siglo pasado se dispusieron a conquistar posiciones estratégicas, durante el proceso de expansión imperialista.
Con la primera y segunda guerra mundial consolidaron su hegemonía económica y militar, proveyendo el suministro de productos y recursos financieros en varios países de Europa occidental.
Al final de la segunda guerra los EE.UU. se han convertido en una gran superpotencia mundial liderando el mundo capitalista en el ámbito económico y militar.
Theodore Roosevelt formuló teorías que justificaron intervenciones por razones de seguridad y el intervencionismo en asuntos internos en los países de América.
Lo que caracterizó el mundo de la posguerra fue la bipolarización en bloques económicos de la URSS y los Estados Unidos. Los Estados Unidos, grandes ganadores de esa competición conocida como Guerra Fría, lideraron el capitalismo frente al bloque socialista. Se generaron muchas diferencias económicas e ideológicas que empaparon a todo el mundo y reflejaron las grandes tensiones entre superpotencias.
La OTAN y el Pacto de Varsovia, organizaciones militares, fueron creadas durante la Guerra Fría y lideradas por los Estados Unidos y la URSS.
Con la reunificación alemana y la caída del muro de Berlín el conflicto desapareció y surgieron nuevos centros de poder económico como la Unión Europea y Japón.
Lo que caracteriza el mundo posterior a la Guerra Fría fue la polarización múltiple del mundo.
En la actualidad, los EE.UU. representa alrededor del 88% del PIB del nafta (Área de Libre Comercio de Norteamérica), mientras que México, por ejemplo, representa apenas el 5,4%. Vemos por tanto muchas desigualdades en la nafta.
Es vista hasta hoy la individualidad de los Estados Unidos y las barreras impuestas para exportar a los países de América y cómo esta gran superpotencia dificulta la expansión económica y la oportunidad de trascender de otras naciones vecinas.
— 213 visualizaciones.
Otras preguntas resueltas